Soledad Fernández es minusválida, igual que su marido, y asegura que el Ayuntamiento de Parres ha vulnerado la ley general de derechos de las personas con discapacidad que tienen reducida su movilidad. Ambos, explica, cuentan con una tarjeta que les permite estacionar su vehículo en plazas específicas. Y también se benefician de las rampas para acceder a espacios públicos. Sin embargo, "de nada nos sirve tener tarjeta o rampa, nuestros derechos se ven ninguneados cada vez que en Arriondas hay un evento de cualquier tipo y cierran todos los accesos a lugares tan básicos como el centro de salud".

Fernández denuncia que "no es la primera vez que intentamos acceder al ambulatorio y no podemos" porque "se están instalando carpas o están colocados otros coches que nada tienen que ver con minusválidos" en la zona del ambulatorio. El acceso, por norma, denuncia, "se prohíbe a esta zona por ser donde mayor número de eventos congrega".

La última vez que a Soledad y a su marido les sucedió esto fue durante la celebración del Certamen de la Castaña y Productos de la Huerta. "Nos encontramos cortado el acceso al centro de salud con tres vallas", asegura. "No podemos consentir que un área sanitaria tenga prohibido el acceso", reivindica. Incluso, apunta, "había una cinta roja que nos impedía el paso a la rampa". También les sucedió en el desarrollo de la Subida Internacional al Fitu. Soledad Fernández exige al Ayuntamiento que "respete y controle" la organización de estas citas.