"La regla de gasto nos está agobiando. No nos está permitiendo invertir". Así de rotunda se pronuncia Patricia Ferrero, concejala de Hacienda de Piloña. Entiende y defiende que tenga que haber un control sobre el gasto de los ayuntamientos, pero cree que esos límites deberían ser más flexibles cuando la economía municipal esté saneada y tengan solvencia. Se ven obligados a tener dinero del remanente de tesorería en el banco sin poder usarlo, a pesar de que haya obras necesarias pendientes de acometer. El remanente de Piloña supera el millón de euros.

El Ayuntamiento ha tenido que elaborar un plan económico financiero, como publicaba ayer el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). Ferrero explica que se debe a que incumplieron la regla de gasto en el ejercicio económico de 2018. Esta circunstancia se debió a que obras de 2017 se prolongaron hasta el siguiente año y eso supuso que el gasto final fuera con cargo a ese presupuesto.

Además, tuvieron que afrontar una reclamación realizada por la empresa Aqualia, con la que finalmente llegaron a un acuerdo extrajudicial que rondó los 600.000 euros. El gasto se incrementó con la inversión que requirieron otras obras que ejecutó el ejecutivo municipal. "Esto nos obliga a presentar un plan económico financiero", explica la edil de Hacienda. Añade que es el primer año en el que incumplen la regla de gasto, por lo que el mencionado plan no implica medidas. Eso sí, si se vuelve a incumplir, entonces ya sería necesario emprender acciones.

"La regla de gasto nos está agobiando. No nos está permitiendo invertir", insiste Ferrero. "Siempre aprovechábamos los remanentes de Tesorería para acometer inversiones, pues tenemos un remanente de más de un millón de euros, pero no lo podemos utilizar porque se incumple la ley del gasto". Así que este año van a tener más complicado utilizar unos 500.000 euros para obras. "Es triste tener dinero y no poder usarlo, tenemos muchas necesidades y variadas", resume.