Un vecino de Cuerres, Pedro García Villa, ha registrado en el Ayuntamiento de Ribadesella un escrito exponiendo al gobierno local que la alternativa al cierre de uno de los pasos a nivel del pueblo impide el tránsito de vehículos de grandes dimensiones, como pueden ser el camión de bomberos y una UVI móvil. "Llevamos 20 años, desde que cerraron los siete pasos a nivel que atraviesan las vías del tren en el pueblo, padeciendo esta problemática", subraya García. Un tiempo en el que no ha habido que lamentar desgracias, pero, agrega, "no podemos esperar a que las haya" para ponerle remedio.

El alcalde, Ramon Canal, asegura que el Ayuntamiento ya dispone de una partida encaminada a solucionar este problema. "Haremos un camino paralelo a la vía del tren" que permita el paso a todo tipo de vehículos y que, además, reduzca el trayecto que, desde el cierre de los pasos, tienen que hacer los vecinos para salir de la localidad.

Esa es otra de las quejas de García. Cuando "se decidió cerrar el último paso, se cambió la entrada al pueblo y se hizo en otra zona, los vecinos tienen que bordear hasta 1,5 kilómetros para llegar a sus casas o salir de Cuerres", explica el vecino, "los hay que entran y salen tres veces al día y al mes hacen 250 kilómetros de más", asegura. Eso, sin contar con que "es todo laberíntico y la gente que va a los bufones se pierde", o sin tener en cuenta que "el Camino de Santiago obliga a los peregrinos a cruzar la vía del tren en una zona donde no hay señales acústicas ni sonoras", con la peligrosidad que eso supone.