"Se están dando historias tan tristes como tener que separar a matrimonios porque a uno le dan plaza en la residencia de Lastres y a otro en la de Llanes". Lo dice el alcalde de Ribadesella, Ramón Canal, que viene a apoyar la reivindicación de José Ramón Avín, presidente de la asociación de jubilados "Los Más Grandes", cuando cree que ha llegado el momento de que el Principado construya en Ribadesella una residencia.

Los políticos han aprobado en sesión plenaria, por unanimidad, la petición formal al Ejecutivo autonómico. Los jubilados, reunidos ayer en una comida de hermandad que congregó a más de 500 socios, volvieron a reivindicar para sí un establecimiento que "no nos obligue a tener que marcharnos de aquí y que no nos separe de los nuestros; es un agravio comparativo con otros concejos donde sí hay varias residencias como Llanes o Colunga", lamentan.

La directora general de Gestión de Derechos Sociales, Paula Álvarez, que asistió al acto organizado por el colectivo de pensionistas riosellano (que cuenta con más de 1.500 socios), no descartó la construcción, aunque el Gobierno tiene que echar cuentas. "Entraremos en un año de análisis en cuanto a la política de la apertura de residencias en la región", aseguró. Ese análisis pasará por "comparar datos, observar las demandas que existen en cada parte del territorio y la concertación de plazas para las mismas", explicó.

También en Peñamellera

En esa ecuación no sólo entrará Ribadesella. En Peñamellera Baja, donde también los mayores se reunieron ayer en la comida anual que les organiza el Ayuntamiento, han solicitado igualmente en reiteradas ocasiones la construcción de un centro residencial. El alcalde, José Manuel Fernández, ya ha allanado el camino con la adquisición de una finca de unos mil metros cuadrados, con todos los servicios, para levantar el inmueble.

En Ribadesella los jubilados proponen que sea "en la zona del Campu Les Rolles, donde la plaza de abastos, o en la antigua fábrica de Delfas". Ahí, señala Avín, "sería un buen lugar, digno, junto al centro, donde poder construir un centro de mayores que llevamos reivindicando trece años".

Merecedores de un momento especial fueron Gonzalo Díaz y María Luisa del Torno, como socios más antiguos del colectivo "Los Más Grandes", y Francisco Mateo y José Ángel Martínez, como socios de mayor edad, con 91 y 92 años respectivamente.

"A mí me dijeron que había que venir de traje y corbata, y a estas alturas hay que obedecer, lo sé muy bien porque vivo rodeado de mujeres, mi hija y mis nietas", decía riendo Francisco Mateo, un hombre de Villanueva de Pría que "viví bien cuando empecé a trabajar para mí y dejé de ser obrero" y que recuerda como el peor momento de su vida haber enterrado a su mujer y a su hijo. "Pero ahora ya estoy bien", decía ayer con la mirada fija. Junto a él estaba José Ángel Martínez, de El Carmen, que vivió 48 años en Uruguay y que pasó otros 40 en su Ribadesella natal, "porque el pájaro siempre vuelve al nido del que nunca debería haber salido", asumía contento por el homenaje "en mi tierra".