La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Peñamellera Baja se une al tirón jacobeo y proyecta un albergue de 32 plazas

El gobierno local reservará 100.000 euros en 2020 para recuperar la caseta de peones camineros, en la salida de Panes hacia Potes

La caseta de peones camineros de Peñamellera Baja, junto a la carretera N-621. EVA SAN ROMÁN

Peñamellera Baja proyecta un albergue para acoger hasta a 32 personas. Los presupuestos del Ayuntamiento que preside el popular José Manuel Fernández Díaz plantean en su capítulo de inversiones para el próximo ejercicio 2020 destinar una partida de unos 100.000 euros a acondicionar la tradicional caseta de peones camineros, en la salida de Panes en dirección a Potes, en la carretera N-621.

Actualmente, el inmueble está en desuso e incluso se previó en su momento recuperarlo como casa de la juventud. Finalmente, no se logró aquel propósito y el edificio continuaba vacío después de que su uso se extinguiera. En él se refugiaban los obreros que conservaban y reparaban las vías públicas. Cada día, aquellos hombres debían recorrer un trazado asignado para reconocer su estado y ejecutar los trabajos de conservación pertinentes. Su contrato establecía que deberían vivir al pie de la carretera, en viviendas del Estado: en las casetas de peones camineros. Hoy están vacías, aunque en Panes han decidido darles vida. El albergue que se prevé estará a medio camino entre los que se hallan en la zona de la localidad cántabra de La Hermida y la asturiana de Ribadedeva, con lo que vendrá a cubrir una demanda entre ambos puntos del Camino de Santiago.

La arquitecta municipal ya redacta un proyecto en el que dar cabida a las 32 plazas en una zona habilitada para colocar literas, otro espacio para ubicar los servicios y un "office". El albergue, inicialmente previsto para peregrinos, no será exclusivo para aquellos que hagan el Camino de Santiago. Tal como aclara el regidor, "a menudo nos llaman grupos de campamentos o scouts" para pedirnos alojamiento y no siempre podemos satisfacer las demandas; a veces hemos podido ubicarles en el polideportivo, pero otras ha sido imposible". Por eso, el proyecto tiene una doble funcionalidad. De un lado, se recupera el edificio actualmente en desuso y, de otro, se cubre una demanda que no hace más que crecer en el concejo.

Porque Panes es un enclave estratégico. Es el límite entre Cantabria y Asturias que distribuye el tráfico entre el parque nacional de la vertiente asturiana y la cántabra. Desde la capital de Peñamellera se desvían los vehículos hacia Cabrales o el Valle de Liébana, cunas del espacio protegido. Por eso, la idea de Fernández pasa por relanzar la capital peñamellerana como un punto turístico del concejo, como la puerta de los Picos de Europa.

Compartir el artículo

stats