Jesús Moreno tiene ya 80 años, pero "por lo menos voy a seguir haciéndolo hasta los 85" porque "es una manera de entretenerme y, además, atrae a mucha gente al pueblo". Se refiere al nacimiento que cada año, desde hace 14, monta en el camino a la playa, frente a Casa Telvina, la que fuera la casa familiar en la localidad llanisca de Pendueles. Tiene más de cien figuras, grandes, chicas y de todas las formas y le ha llevado colocarlo "muchas horas y mucho trabajo". Porque, aunque la tarea se repite cada Navidad, Moreno trata de incorporar novedades. Este año, un río que vierte 75 litros de agua mana desde una montaña de espuma de poliuretano que antes no existía. En lo alto, la iglesia de Pendueles corona el pueblo, justo al lado de un Congreso de los Diputados que realmente es, reza un cartel, una fábrica de chorizos.
"De todos los que ha hecho, este es el más bonito", señala Alejandro Jilguero cuando pasa al lado del belén. Junto a él, Diego Díaz, asiente apoyando la opinión. Porque el de Moreno es ya un clásico. "Aquí vienen los críos, y los vecinos, también los que pasan haciendo el Camino de Santiago, y otros que llegan atraídos únicamente por la curiosidad", explica. Muchos de ellos, "me dejan figuras" que él incorpora, "aunque no peguen", al escenario. Hay granjas, hay gallineros, pastores y las estampas tradicionales de un nacimiento al uso. Y también hay guiños a Asturias con una Virgen de Covadonga metida en una piedra que Moreno encontró hace algún tiempo.
No faltan escanciadores, y hasta una llanisca, y mucho entusiasmo que pone un hombre que ni tan siquiera vive en el pueblo de forma continua. Alguien que ha de coger un tren y hacer malabares con las pocas horas de combinaciones que hay para colocar un escenario de cuento de Navidad.
