Desde hace "mes y medio" un argayo mantiene cortado un carril de la N-614, la carretera que une los concejos de Peñamellera Baja y Cabrales. Lo han denunciado varios usuarios de la vía, y el coordinador del grupo local de Ciudadanos Cabrales, Angel Sarrapio, ha alertado de su "peligrosidad" por las "grandes dimensiones" del desprendimiento. No en vano, invade uno de los carriles.

El gobierno se ha limitado a señalizar la zona, pero "no se ha movido ni un metro de la tierra y las piedras que han caído sobre la calzada", asegura el político. "Cualquier día -dice-- hay una desgracia porque se trata de una vía muy transitada".

Además, abunda, "el argayo está situado en una curva con muy poca visibilidad, a poca distancia de la localidad de Abándames". Serrapio ha solicitado a la administración autonómica que "se ponga manos a la obra y que dejen de considerar a Cabrales (y Peñamellera) como un concejo de segunda. Cabrales no existe para nadie. Y este es un ejemplo claro. No es de recibo que un mes después de que se produzca un argayo no se hayan retirado los restos del desprendimiento y, lo que es peor, no se haya señalizado en condiciones la zona", critica el potavoz.