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ÓSCAR SÁNCHEZ | Guía de la cueva de La Loja (Peñamellera Baja), recuperada hace 20 años

"Hay muchas cosas por descubrir aún en la cueva de La Loja, sobre todo en excavación"

"Todas las cuevas son patrimonio de la humanidad en tanto que son el comienzo artístico con más antigüedad que conocemos y conservamos"

Oscar Sánchez Gómez recuerda que la zona que rodea a la cueva de la Loja, en Peñamellera Baja, era "un auténtico bardal". Junto al alcalde de entonces, Rafael Cuello, intentó limpiar el entorno lo mejor que pudo. Había una caseta de madera instalada allí por el Principado. Cuello y Sánchez echaron grava y completaron una suerte de camino que conducía a una de las maravillas del arte rupestre del Oriente de Asturias. De aquello se cumplen estos días, recuerda Sánchez, unos 20 años. Dos años más tarde, en 2002, la Consejería de Cultura abrió la cueva al público, ha establecido un cupo, por día, de 35 personas y Óscar Sánchez ha sido su guía desde el principio.

- ¿Qué es lo que hace interesante a La Loja?

-El tipo de arte que tenemos, se sale de lo común. Estamos acostumbrados a ver pinturas o grabados. Pinturas en rojo, negro, polícromo o bícromo. O un grabado sobre la pared con el buril. En el caso de La Loja es uno de los pocos, por no decir el único, que tenemos de grabado sobre fondo negro en la pared. El gran dilema que se plantea desde que la cueva fue descubierta en 1908 es que si ese óxido negro es una excrecencia natural de la roca o fue puesto por ellos. Porque parecido hay en alguna cueva, pero en muy pequeño. El tamaño es de 2,10 metros de anchura, por 1,30 de altura, con esas dimensiones no se conoce otro con esa técnica. Es raro. Y es magnífico ver la maestría de un único artista, porque los trazos son iguales en todos los animales, es un trazo continuo, algo llamativo e impresionante.

- Pese a su riqueza, y como sucede con Llonín (Peñamellera Alta), Tito Bustillo (Ribadesella) o La Covaciella (Cabrales), La Loja no ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

-Es algo que no puedo valorar. Personalmente, y es algo puramente personal, creo que todas las cuevas tienen muchísima importancia y todas son patrimonio de la humanidad en tanto que son el comienzo artístico y de expresión simbólica con más antigüedad que conocemos y que conservamos. Las cuevas con arte rupestre, todas, marcan el inicio de nuestra comunicación, en ellas están los conocimientos, la tradición. No sabemos cómo llamarlo porque nuestro cerebro actual no nos permite valorar lo que pasaba por las mentes de hace 20.000 años. No sabemos por qué un grupo de gente empieza a pintar y representar lo que vemos en nuestras cuevas. Siempre los mismos animales, en las mismas posiciones, en zonas preferenciales de la caverna? Y luego están los signos, ¿qué significan? ¿Es un tipo de lenguaje? La plasmación de las manos, en positivo y negativo, ¿es un lenguaje de signos como el de los sordomudos? Eso es el patrimonio de la humanidad. Pero es algo en lo que no puedo abundar.

- ¿Qué descubrimientos importantes ha aportado La Loja?

-El panel principal de grabados, formado por seis animales (un caballo y cinco bóvidos) y un signo en forma de aspa. Se adscriben al último momento del Paleolítico Superior: el Magdaleniense. Y un tecniforme de cuatro metros, un serpentiforme de la Edad de Bronce y lo último que ha aparecido es el grabado, lo que queda, posiblemente de un caballo. El problema es que está hecho sobre arcilla de decalcificación a un trazo muy fino. En la zona de la cabeza y parte de los cuartos traseros están imperceptibles, se ve muy bien el cuello, el lomo y la pezuña, que es por donde vimos que era un caballo.

- ¿La Loja podría guardar aún más secretos?

-De vez en cuando me gusta ir mirando, con minuciosidad y muy despacio las paredes. Luego con asesoramiento y ayuda de profesionales, para certificar lo que es, vamos viendo. Yo creo que sí, que hay muchas cosas por descubrir aún, pero sobre todo a nivel de excavación. En la zona del vestíbulo se hicieron pequeñas catas, en 1921, y alguna también en la década de los 70. Se encontraron piezas muy importantes y podría haber más. La zona de hábitat es más antigua de lo que pensamos. Frente a La Loja, en la zona conocida como La Ceña, hay descrito un yacimiento donde encontraron un bifaz (una herramienta lítica que servía para cortar y raspar otros materiales), que nos llevaría a un Paleolítico inferior. Además, en la subida del camino hacia La Bariega, en Cimiano, aparecieron hace doce o catorce años 92 piezas del Musteriense. Viendo lo que la rodea en la cueva ha tenido que haber asentamientos anteriores a lo que creemos a día de hoy.

- ¿Y cómo se reactiva la investigación?

-Con ganas y dinero, sobre todo con ganas. La Loja no va a ser Atapuerca, pero merece la pena investigarla. Soy consciente de que invertir en este tipo de proyectos no es rentable porque son inversiones a muy largo plazo. No planteo hacer una gran excavación, pero sí prestarle algo más de atención. Tenemos varios referentes alrededor, hagamos catas pequeñas para profundizar algo más. Estamos en una zona de establecimiento de un pequeño grupo que, desde donde están, divisaban toda la zona de la Vega, es una zona de caza y pesca increíble para ellos y tal vez vinieran aquí a eso únicamente y por temporadas. Tal vez esta cueva fuera una subsidiaria de la cueva de Llonín, como pasó con el Buxu y Tito Bustillo.

- ¿Qué futuro espera para la cueva?

-Está en manos de los políticos, no de los profesionales. A mí me gustaría que la Loja se conociera por todo lo que puede ofrecer. A día de hoy es cierto que se conoce tanto o más de manera internacional que nacional. Hay muchísima gente extranjera que viene cada año y sabe perfectamente que esto es una joya. No podemos, ni queremos, competir con Tito Bustillo, pero merecemos nuestro pequeño respeto. Para un pueblo pequeño, para un concejo como Peñamellera Baja es, además, un gran aliciente turístico. Y si no van a invertir en investigación, que ojalá que sí lo hagan, al menos deberían reparar el aula de interpretación, que lleva cerrada dos años.

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