El Gobierno del Principado de Asturias abrirá un carril de la carretera AS-257 que une Colunga y Lastres "entre el 25 y el 30" de este mes de enero. Los trabajos, aseguran en la Consejería de Infraestructuras, "están siendo muy complejos y la empresa está trabajando a un ritmo más rápido" para poder cumplir con los plazos. De hecho, la obra se complicó tanto que hace casi dos meses se anunció que en quince días se abriría uno de los carriles, aunque la imposibilidad de garantizar la seguridad para el tráfico rodado en la calzada hizo que se acumulara el retraso.
Los plazos están marcados por el inicio de la campaña de la xarda, a principios del mes de marzo, momento en el que la rula de Lastres vive su momento álgido de ventas. Si la apertura de la carretera al transporte de camiones no es posible, las ventas se verían seriamente perjudicadas, tal y como han dicho en reiteradas ocasiones los pescadores colungueses.
Los operarios que trabajan en la zona instalarán dos semáforos para regular el tráfico una vez se abra el carril provisional, que permitirá restablecer, en parte, la comunicación entre los dos pueblos, anulada en este punto desde el temporal que asoló la región en el mes de noviembre y que partió en dos, literalmente, la carretera de titularidad regional.
Los trabajos, adjudicados como una actuación de emergencia, costarán al Gobierno algo más de 400.000 euros, e incluyen la construcción de un muro de contención que asegure la caja de la calzada y que, previsiblemente, evitará otro deslizamiento como el que se produjo el pasado otoño.
El cierre de la vía no sólo perjudica a la cofradía lastrina, que, por el momento, no ha registrado pérdidas vinculadas a este corte, sino que también ha supuesto un trastorno para el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), cuya señaliación, en la autovía del Cantábrico, fue modificada en las señales luminosas de la A-8 desde Cantabria y desde el centro de Asturias con el fin de desviar el tráfico por la localidad de Luces, en lugar de hacerlo por la vía oficial, la de Colunga capital.
Argayo en Peñamellera
Por otro lado, el último temporal, o la acumulación de todos los anteriores, hizo que una de las laderas de la carretera AS-114, que une Panes con Arenas de Cabrales, también se deslizara hacia uno de los carriles de la calzada, a la altura de la localidad de Abándames. Ayer mismo, el regidor de Peñamellera Baja (donde se ubica el desprendimiento), José Manuel Fernández Díaz, urgía la retirada de las piedras de esa vía, "una de las más transitadas del Oriente" por ser el acceso desde Cantabria al Parque Nacional de los Picos de Europa en su parte asturiana.
El argayu ocupa sólo un carril, "pero es justo después de una curva y ya ha habido varios sustos de los conductores que cada día transitan por la carretera", asegura el regidor. El Gobierno regional "se ha limitado a poner unas señales y una cinta", pero el problema es que, "además de no ver, por su ubicación, las rocas antes de llegar a ellas, debería haber una regulación mediante semáforos para evitar que, sobre todo durante la noche, haya algún accidente". El regidor ha pedido la retirada del deslizamiento y espera que la respuesta de la Consejería sea rápida para salvaguardar la seguridad en este punto.
