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Queseros de gamonéu piden abrir más cuevas de maduración ante la subida de la producción

La llegada de dos elaboradores complica el espacio en la Cueva Oscura y se plantea que - el IPLA estudie condiciones en Onís y en Cangas

La productora Rosa Sánchez, junto al consejero Borja Sánchez y el alcalde de Onís, José Manuel Abeledo, en la sala de ahumado de la quesería Vega de Ariu de Benia. EVA SAN ROMÁN

Los productores del queso gamonéu necesitan más espacio para madurar sus piezas y por eso quieren que el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) estudie las condiciones de varias cuevas que podrían servir para completar el proceso de elaboración. Lo pusieron sobre la mesa el alcalde de Onís, José Manuel Abeledo, y la presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP), Belén Bulnes, durante una visita al concejo del consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, quien acogió con entusiasmo la idea.

Tal como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, la producción del gamonéu se ampliará con dos queserías nuevas este mismo año. "Si crece la producción, nos quedamos cortos en la Cueva Oscura", indicó Bulnes, quien, si bien matizó que existe una bóveda sin acondicionar al final de la cavidad, indicó que sería necesario explorar nuevas grutas, y no sólo en el concejo de Onís, también en el de Cangas.

El Alcalde incidió en la idea: "la producción está aumentando, la cueva se queda pequeña y nuestra idea es trabajar con la Consejería para hacer nuevos estudios y plantear nuevas posibilidades para poder madurar más queso". Aún no hay un mapa de cavidades previsto, pero "tenemos cuatro o cinco cuevas, entre las que están Melendreras y Covalierda, pero tenemos que sentarnos y ver qué cuevas reúnen las condiciones necesarias".

El Consejero acogió de buen grado la petición del regidor. "Ya se hizo un estudio en la Cueva Oscura, con lo que la base existe; ampliarlo a otras cuevas sería un proceso ágil, tenemos personas expertas en la materia y no creo que sea una inciativa complicada, puesto que se trata, en definitiva, de ver si las condiciones ambientales son óptimas para la maduración", evidenció el titular de Ciencia.

Belén Bulnes destacó también la necesidad que hay de actualizar el estudio de la Cueva Oscura, donde doce productores maduran sus piezas. De un tiempo a esta parte, indicó la quesera, "hemos notado que la piedra de la cueva ha perdido color; cuando entramos estaba muy blanca y ahora vemos que se está oscureciendo", detalló. A falta de unos estudios que concreten el motivo exacto, "creemos que ese cambio tiene que ver con la maduración que se lleva a cabo en la cavidad" y que comenzó hace casi nueve años.

"Antes de que pudieran entrar nuevos queseros deberíamos saber cuáles son las condiciones actuales, deberíamos contar con un estudio que compare las condiciones iniciales con las que llegamos y las que se dan en la actualidad", apuntó la productora, quien matizó que ese cambio en la cueva no repercute en el sabor de la joya gastronómica que es el gamonéu.

Una joya que, a menudo, se ve amenazada por los ataques del lobo. Los últimos fueron los sufridos por el ganadero y concejal socialista del Ayuntamiento de Onís, Serafín Cadenaba. El pasado sábado, el lobo mató a dos de sus ovejas en una finca de Villar, "al lado de las casas", advierte. Cuando Cadenaba acudió para enterrarlas, "al coger a una de ellas le salieron del vientre dos corderos curiosos", relata con pena. El día anterior, el cánido había acabado también con la vida de más animales en un terreno cercano. "Los lobos ya no le temen a nada, están criados en cautividad y no tienen miedo a la gente, no somos conscientes de que un día podrían hacer daño a un niño", alertó el ganadero.

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