El alcalde de Ribadedeva no firmará el convenio con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) si no se garantiza que la localidad de Bustio cuente con una salida hacia la carretera nacional 634. El regidor, Jesús Bordás, cree que "es importantísimo poder abrir ese paso" y ha anunciado que Adif "está realizando las gestiones oportunas" para que sea al fin una realidad esta reivindicación, que nació en el año 2015.

Hasta la fecha, los vecinos de Bustio utilizan el cruce que les une con la nacional únicamente como entrada al pueblo. La idea es habilitarlo también como salida y evitar así un rodeo de varios kilómetros que les lleva o bien por la localidad cántabra de Unquera o bien por la vecina asturiana de Colombres. La propuesta ya llegó en el año 2017 al Congreso de los Diputados de la mano de los entonces diputados Adriana Lastra y Antonio Trevín. Este último presentó, junto a Jesús Bordás, la proposición no de ley registrada al respecto. Nada se supo desde entonces y el alcalde cree que es el mejor momento para garantizar esta petición histórica de los vecinos de Bustio.

También ellos se verán afectados por el plan de supresión de pasos a nivel que Adif planea para el concejo. Según anunció ayer el alcalde, y tal como había esbozado hace unos meses, se prevé la supresión de siete pasos a nivel y la construcción de dos puentes. El Ayuntamiento alabó la medida por "una cuestión de seguridad", pero acordó con Adif mantener un paso que será, a partir de la firma del convenio, de propiedad municipal. Se trata del paso del parque de Bustio, un cruce que de suprimirse impediría el paso de camiones por el pueblo.

"Querían quitar ese paso y el acceso al parque sería imposible, con lo que no se podrían celebrar ni las fiestas, así que hemos llegado a un acuerdo para que sea el Ayuntamiento quien gestione, coordinados con Adif, la apertura y cierre de las vías". El Gobierno local será quien se encargue de poner las barreras. Las declaraciones las hizo el regidor en Las Bajuras de Pimiango, junto a un argayo que mantuvo durante más de 24 horas cortada la comunicación ferroviaria entre Asturias y Cantabria a su paso por el concejo de Ribadedeva. Se vieron afectados doce trenes, seis de mercancías y seis de viajeros, y, según explicaron fuentes cercanas a la obra, las máquinas tuvieron que retirar hasta 1.500 metros cúbicos de sedimentos.

Deslizamiento paulatino

El deslizamiento de tierras se produjo de forma paulatina porque el terreno comenzó a moverse durante la época de lluvias del pasado mes de diciembre. Los técnicos de Adif evaluaron el problema y, para evitar que el material acabara por colapsar las vías, decidieron iniciar esta obra que, además, implica asegurar taludes en otros puntos del mismo tramo que también podrían afectar a las vías del tren a su paso por el concejo de Ribadedeva.

Lás máquinas acumularon ayer los sedimentos desprendidos, y sueltos, para acopiarlo en una vaguada y, a partir de ahora, se definiarán las soluciones para devolver a un estado natural la zona afectada. Una zona que, a escasos catorce metros, cuenta con una vivienda. Según el propio alcalde, que alabó la rapidez en el trabajo de Adif, la casa no ha sido afectada y, tal como apuntó, el desprendimiento se produjo en un terreno que había sido ganado a base de rellenos, no de un talud natural. El tráfico ferroviario se restableció ayer a la una de la tarde.