Mercedes Remis vive en Alevia (Peñamellera Baja), en el barrio de Llovino, en la que un día fue la casa de sus padres, y asegura que, desde que se construyó el nuevo depósito de agua de la localidad, "hace unos catorce años al menos", tiene filtraciones en el sótano de su vivienda. Unas filtraciones que han ido incrementándose con el paso del tiempo, según denuncia. Remis, natural del concejo de Onís, asume que el Ayuntamiento ya ha hecho catas e inspecciones en la tubería de la red pública "en busca de alguna fuga", que no ha aparecido, pero es que, a su juicio, "el problema está más hondo de lo que ellos han picado". La vecina lamenta que el gobierno haya dado por concluidas las obras, toda vez que la zanja abierta para estudiar la tubería general ya ha sido tapada, y cree que de seguir recibiendo las filtraciones "la casa acabará cayéndose". Según cuenta, "durante estos años yo vengo notando que la vivienda está pisada por algunos sitios y no me gustaría tener que lamentar cómo se acaba convirtiendo en un problema mayor que afecte a la estructura". Según dice, las filtraciones se producen constantemente en un sótano en el que ella tiene proyectada una cocina, una chimenea y una lavandería particular. Las paredes, cuenta, van perdiendo el material del que están cubiertas y las baldosas no han impedido que se haya pudrido el material que ella guardaba en el sótano. Pide al gobierno local que retome las obras y que busque el problema para darle una solución.