Los marineros de Llanes volvieron a sufrir ayer las consecuencias de la falta del dragado del puerto. Si bien a primera hora algunos barcos pudieron salir a faenar aprovechando la marea alta, a su vuelta tuvieron que dedicar varias horas para poder atracar en el puerto una vez acabada la jornada. Donde debería haber un calado de tres metros ayer había centímetros, y llegar con el barco al muelle para efectuar la descarga del pescado fue una tarea "titánica".

Lo denuncia el patrón mayor, Ángel Batalla, que ve con impotencia cómo "desde la Consejería nos han perdido todo el respeto" pese a que, tal como recuerda el marinero de Llanes, "es una de las lonjas que registra más ventas de toda la región". En lugar de mantener las condiciones para que la potencialidad del puerto llanisco continúe en vía ascendente, "nos tratan como si fuéramos la última en cuanto a la falta de actuaciones en el puerto".

No es la primera vez que los pescadores llaniscos denuncian la situación "lamentable" del puerto en el que trabajan, "cada vez en peores condiciones", dicen. Llevan años pidiendo un dragado integral de la zona, pero no lo han conseguido. En ocasiones han tenido que esperar varias horas a flote, antes de la entrada en el puerto, para poder descargar el pescado en el muelle porque el aumento de sedimentos y la proliferación de algas -que llegan con las mareas- anegan la zona de atraque. En el caso de ayer, fue "una manta de arena". Y si no hay calado, el barco no llega a puerto y queda varado hasta que la marea sube. Lo peor, sin embargo, está por llegar.

"Estamos a punto de comenzar la temporada de la xarda, y si esto sigue así tendrá consecuencias porque los barcos, los 20 o 30 que llegan cada año, se irán a otros puertos y nosotros dejaremos de ingresar las ventas de una de las épocas más importantes en pesca del año", advierte Batalla. Si el Principado no tiene capacidad para un dragado integral del puerto, "al menos deberían limpiar la dársena interior para evitar la huida de los barcos a otras lonjas", reivindica el pescador. Al menos, insiste, "que podamos salvar la campaña de la xarda".