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Limosna con tarjeta en Llanes

La basílica instala el llamado "cepillo electrónico" para facilitar a los feligreses dar donativos l "Es una opción como cualquier otra", dice el cura

El feligrés Miguel Ángel Armas, ayer, realizando un donativo con tarjeta en la basílica de Llanes. EVA SAN ROMÁN

Florentino Hoyos es un sacerdote moderno, dispuesto a que las tendencias no pasen por su parroquia sin ser aprovechadas. Por eso, se ha unido a la moda de la tecnología "contactless" (pago por contacto) y ha ampliado en la basílica de Llanes la posibilidad de dejar limosna en efectivo o con tarjeta. Nadie, si no quiere, se irá sin dejar su donativo, porque la facilidad para hacerlo no puede ser mayor. No es una cuestión de recaudar más, coinciden los sacerdotes, sino de ofrecer comodidades.

Hoyos le resta importancia a su avance: "Es una opción como cualquier otra, las personas cada vez utilizamos menos dinero en efectivo porque no lo llevamos encima tan siquiera, o no llevamos lo suficiente, con lo que se trata de facilitar a todos la voluntad de donar". La idea, sin embargo, no convence a todos los fieles. Hay edades para todos y la mayor parte de los feligreses llaniscos suelen responder a la generación que aún prefieren la calderilla al plástico.

No obstante, advierte el cura, "funciona". Porque la gente, los creyentes y los que visitan el templo sagrado, aun siendo ateos, "poco a poco van avanzando" y en cualquiera de los casos, "somos nosotros lo que debemos plantear opciones y todos nos acabamos acostumbrando" a los avances que llegan casi sin avisar.

El sacerdote llanisco reconoce que este sistema apenas se ha implantado en otras iglesias de la comarca del Oriente, aunque el emblema eclesiástico de la región, la Basílica de Covadonga, ya presume de nuevas tecnologías desde el pasado año, cuando en octubre instalaron junto al cepillo ordinario, este sistema que se usa con frecuencia en sectores comerciales y que, básicamente, trata de realizar el cobro acercando la tarjeta bancaria o cualquier dispositivo inteligente que tenga activada la opción. Así de sencillo.

La moda nació, como casi siempre, en París, cuando una iglesia católica instaló lo que dio en llamarse el "cepillo electrónico" con la idea de que los feligreses tuvieran más facilidades en dejar su limosna. Ahora ya ha llegado a Llanes, y seguro que se expandirá.

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