Se han dividido el trabajo en las aulas y las tareas en el campo. Han aprendido la teoría y ahora aplican ya la práctica. Los usuarios del centro ocupacional del centro de personas con discapacidad Don Orione de Posada de Llanes son "una parte fundamental" del plan de control de la avispa asiática que ha impulsado el Ayuntamiento.
Lo dice el concejal de Agroganadería, Xuan Valladares, que los considera "unos pilares" del proyecto porque cubrirán espacios a los que no llegan los vecinos, ni los alumnos del IES de Llanes implicados en la misma iniciativa. Y porque siempre están dispuestos si es para ayudar.
Ganan todas las partes. La avispa asiática será combatida y los usuarios ganarán en autoestima porque lo más importante "es que se sienten útiles, parte de la sociedad". Y, una vez más, en el Don Orione se vuelve a hablar de inclusión y, sobre todo, a predicar con el ejemplo. "Siempre están dispuestos a ayudar", subraya Valladares. De hecho, la idea de colaborar salió del propio centro, de Conchi Villa concretamente. También esa es una forma de demostrar que tener una discapacidad intelectual no supone tener que estar excluidos del devenir de la sociedad.
Hasta la fecha los 25 usuarios, todos mayores de 21 años, han fabricado cien trampas en el taller que imparte Ana Fuerte y las han situado en lugares estratégicos, allá donde se han registrado nidos, como una actividad más del taller de huerto que dirige Isidro Galán. "Hemos trabajado como cualquier grupo que se implica en una causa", evidencian los docentes. "Los usuarios se han ido concienciando con el medio ambiente" a través de todas las actividades que se impulsan desde el centro. En el caso que les ocupa, combatir la expansión de la velutina, han sido capaces de saber dónde, cómo y por qué colocar en un lugar u otro los cepos.
Mientras ellos colocan, Galán geolocaliza el trampeo y cuando haya resultados estos serán volcados a una tabla común que servirá para obtener las primeras conclusiones del plan.
