Los gobiernos Cantabria, Asturias y Castilla y León tienen claro hacia dónde quieren conducir el parque nacional de los Picos de Europa, a que funcione como tres parques naturales, con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (antes de Medio Ambiente) presente en los órganos de control como "garante" de que se mantiene la "unidad ambiental" y de que se cumple la normativa básica estatal. Hay un pero: sigue pendiente un debate, consecuencia de una decisión de la Junta General del Principado. Un debate sobre el futuro modelo de gobierno del espacio protegido.
Palacio de la Junta General del Principado, 4 de diciembre de 2019. La Comisión de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca aprueba una proposición no de ley de Izquierda Unida (IU) por la que se insta al Gobierno del Principado a impulsar la creación de una "mesa de trabajo", dentro del patronato del parque nacional de los Picos de Europa, para promover "el inicio de forma inmediata de un proceso de debate con las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León y con el Gobierno de España a fin de abordar la situación de gobernanza" del espacio protegido "de forma acompasada y coordinada con el proceso, actualmente en marcha, de aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque (PRUG)".
Pero hay más condiciones, la proposición de IU exige que se cuente "con la opinión de los distintos colectivos concernidos, tales como vecinos, ganaderos y agricultores, representantes del sector turístico y otras actividades con implantación en la zona, organizaciones de defensa del medio ambiente y expertos, entre otros". La iniciativa fue aprobada por 12 votos a favor (IU, PSOE, Podemos y Cs), ninguno en contra y 4 abstenciones (PP), ya que Foro y Vox no fijaron posición porque no asistieron a la reunión.
El acuerdo de la Comisión de Desarrollo Rural obliga al Gobierno del Principado a promover un debate sobre el futuro del parque nacional. El problema es que el futuro ya está decidido, o casi. Porque viene determinado por el contenido del PRUG, que en la actualidad está pendiente de que las autoridades del parque nacional responsan las alegaciones presentadas.
Y qué modelo de parque nacional propugna el plan rector que plantean los tres gobiernos de los Picos. Pues uno en el que ya no existirá consorcio interautonómico, al considerar los mandatarios regionales que el constituido en 2010 no ha funcionado adecuadamente. La idea es que las tres comunidades autónomas gocen de más libertad a la hora de disponer de su dinero para inversiones, a imagen y semejanza de lo que ocurre en los parques naturales, lo que, según los cálculos de los gobernantes, implicará mejorar la gestión. Ya no habrá un fondo común, y cada gobierno podrá elaborar su propio plan de inversiones y controlar su dinero. Solo necesitarán el visto bueno de los órganos de gestión y control.
Las regiones de los Picos han pactado un parque nacional en el que la gestión recaerá "en los órganos de cada comunidad autónoma con competencia en la materia". En el caso de Asturias, pasará a depender de la Red Natural de Asturias, dependiente a su vez del Servicio de Vigilancia y Control de la Biodiversidad de la Dirección General de Medio Natural. Traducido: habrá una "gestión individualizada" en cada comunidad autónoma, en vez de la actual "gestión coordinada".
A las reticencias de los grupos ecologistas, que temen la "disgregación del parque nacional" y su conversión en tres espacios con modelos de conservación distintos han contestado los mandatarios autonómicos asegurando que "ni habrá tres parques, ni tres modelos de gestión distintos", pues habrá un único plan rector y el Estado actuará como "árbitro" y "garante" de que habrá "una gobernanza coordinada, compartida y única". El futuro modelo aportará, según los rectores del Parque, "mayor agilidad y dinamismo", justo lo que llevan años demandando lo alcaldes y buena parte de los vecinos de los municipios afectados.
El parque nacional se constituyó en 1918, ocupando entonces únicamente el macizo oriental de los Picos de Europa y tomando el nombre de Montaña de Covadonga. En 1995, por iniciativa del Gobierno del Principado, el parque nacional se amplió a los tres macizos de los Picos de Europa y mudó su nombre. Dos sentencias, una del Constitucional y otra del Supremo, vinieron a poner "de cabeza" el Parque, al señalar que la gestión de los parques nacionales debía recaer en exclusiva en las comunidades autónomas, porque así lo determina la Constitución, mientras que al Estado le corresponde, exclusivamente, redactar la normativa básica de la Red de Parques Nacionales y velar por su cumplimiento. A la dificultad que entrañó aplicar este nuevo modelo en todos los parques nacionales se unió en el caso de los Picos de Europa que entonces era el único integrado por más de una comunidad autónoma, lo que retrasó la cesión del control del Parque por parte del Estado hasta 2010.
