"Cuando pase algo gordo ya verás como se mueven. La obra estaba aprobada, ¿dónde quedó el dinero?", se preguntan algunos vecinos del pueblo ribereño de Villanueva, en Cangas de Onís, sobre la ansiada rotonda prevista en Vega los Caseros (Parres), en la carretera N-625. Es uno de los puntos "negros" de la comarca suroriental. Y es que la visibilidad es nula, sobremanera de noche, en la actual y raquítica glorieta de acceso, en ese lugar, al Parador.

La rotonda fue prometida en 2015 por el anterior gobierno central del PP. Ha pasado un lustro y nada nuevo en el horizonte. El peligro sigue latente en ese punto concreto, con elevado tráfico.