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Los hosteleros de Poo piden a Llanes que retire la prohibición de aparcar ante sus bares

"Esto es una zona de paso y la vía es de sentido único, no tiene sentido la restricción", apuntan los empresarios, que dicen notar ya las pérdidas

Silvia del Hoyo, Nacho Rivera, Ramón Martínez y Lorena Bravo, junto a la prohibición de aparcar, con la calle vacía. EVA SAN ROMÁN

Los hosteleros de Poo reclaman al Ayuntamiento de Llanes que retire la prohibición de aparcar en el entorno de sus bares. La decisión, dicen, se tomó en un concejo público sin contar con la mayoría de los vecinos y, además, no está avalada por ninguna necesidad. Las pérdidas en los establecimientos ya se notan tres días más tarde de haber pintado con rayas amarillas todo el entorno de La Bolera.

El alcalde del pueblo, Ramón Martínez, cree que "nadie debería arreglar algo que no está mal. Si funcionaba con normalidad, no veo el motivo para cambiarlo", lamenta, refiriéndose a que en la zona acotada la circulación, ordenada, no suponía ningún peligro, mucho menos el aparcamiento de los vehículos en el espacio con más ambiente del pueblo.

Los dos únicos bares que abren durante todo el año están en este punto, con lo que son los más afectados. Es en sus alrededores, donde precisamente no se puede estacionar, donde se desarrolla la actividad diaria de Poo. "Queremos que se restablezca de una forma racional porque este espacio tiene una vía de sentido único y prohibir el aparcamiento no tiene razón de ser, y por eso creemos que esto no es más que una ocurrencia", critica el representante vecinal. "Como mucho", apuntan, "podrían restringir el aparcamiento en uno de los márgenes de la carretera, pero no tiene ningún sentido hacerlo en los dos porque esto, repito, es una dirección única", insisten.

Más molestas están aún las hosteleras, que estos días ven cómo los clientes han menguado. "Esto es una zona de paso; aquí los clientes vienen, aparcan a la puerta, toman un café y siguen ruta", explica Silvia del Hoyo, del restaurante sidrería La Xagarda. "Claramente, no han pensado en la repercusión que esto tendrá para la hostelería", apunta Lorena Bravo, del bar El Paso. Todos ellos piden restablecer al estado original la zona lo antes posible, y lamentan que la decisión no haya sido consensuada con la parte más afectada, que son los propios hosteleros.

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