El Plan General de Ordenación (PGO) que se redacta en el concejo de Ribadesella contempla como "una necesidad" la construcción de una circunvalación que una el polígono de Guadamía con la carretera AS-379 (Ribadesella-Llanes). Los conductores utilizan actualmente el camino que va desde el enlace de la autovía hasta Camangu y Meluerda para acceder a estos pueblos y a la propia villa. Transitan así por una carretera sinuosa y muy estrecha que complica la circulación en una vía que no está preparada para asumir el tráfico en dos direcciones ni para soportar un tránsito tan constante.

El Ayuntamiento ya tiene un proyecto redactado, pero le falta el dinero. Porque la variante de Guadamía costará más de 1,2 millones de euros. La ejecución de los trabajos, según el citado proyecto, se prevé en dos fases. En la primera se pretende aprovechar el trazado y ensanchar la carretera que va desde la rotonda de la salida de la A-8 al polígono de Guadamía hasta la primera curva cerrada antes de llegar a Camangu. En la segunda fase, se contempla un trazado de nueva creación entre Camangu y Meluerda, separando los dos pueblos con la construcción de una nueva caja. Para esto serían necesarias algunas expropiaciones. La primera fase supondría una inversión de algo más de 542.000 euros, mientras que la segunda supondría 830.000 euros. Habría que añadir el pago a los propietarios que se vean afectados por la expropiación de terrenos.

Al problema del intenso tráfico diario que asume la actual carretera local se une un desfase en los navegadores GPS. Los aparatos de geolocalización a menudo desvían a los vehículos por esta carretera si la dirección de destino en el aparato está fijada en algún punto de la AS-347. Los coches continúan la marcha con normalidad, pero los camiones no tienen capacidad de maniobra. Hace algún tiempo un tráiler de 16 metros de largo acabó necesitando ayuda para salir de Camangu. Hicieron falta algunas horas para poder hacer todas las maniobras necesarias, y no era la primera vez que sucedía. El Ayuntamiento colocó señales verticales en el inicio de la carretera que prohíben el paso a camiones de gran tonelaje, pero no siempre son efectivas.

La construcción de esta variante, cuando exista una consignación presupuestaria para ello, aliviará la vida de los dos pueblos riosellanos y resolverá el desgaste que están sufriendo ya sus calles y sus carreteras de acceso.