Los hosteleros de Poo recuperarán el espacio de aparcamiento que el Ayuntamiento de Llanes les había restringido la semana pasada, pero no del todo. Tal como denunciaron en LA NUEVA ESPAÑA los empresarios de El Paso, La Xagarda y el propio alcalde pedáneo, Ramón Martínez, una raya amarilla impedía estacionar en la zona de La Bolera, una carretera de único sentido que, hasta la fecha, permitía el aparcamiento en ambos lados de la vía. El Consistorio no contó con la parte más perjudicada, los propietarios de los bares, para tomar aquella decisión, e hizo caso a algunas voces que propusieron tal medida en el seno de un concejo público. Sin embargo, la decisión no fue votada y, por tanto, no debería haberse tenido en cuenta, tal como denunciaron los empresarios.
Ahora, el Ayuntamiento ha reculado y ha cedido solo en parte, porque los vecinos estaban enfrentados a la hora de tomar la decisión. Así, "se permitirá el aparcamiento en una de las márgenes de la calzada, para no dificultar ni el tráfico ni a los peatones", explicó el concejal de zona, Xuan Valladares. Y, además, "hemos acordado que se creará una dirección única desde la vía del tren hasta pasado el centro de artesanía con el fin de poder utilizar esa zona en una de las márgenes también como aparcamiento". De este modo "se podrá ganar alguna plaza más".
La zona de La Bolera, donde también se ubica el parque infantil, suele ser la zona de encuentro de Poo durante todo el año. No en vano ahí se encuentran las dos sidrerías con más demanda del pueblo y a su alrededor se concentran tanto los coches -por la mañana suelen atraer a conductores que paran a la puerta, toman un café y continúan su marcha- y a vecinos y turistas, que encuentran acomodo en las afueras de los bares.
Mientras tanto, el Gobierno local ha iniciado los trámites para cumplir con otra de las propuestas vecinales, que pasa por la apertura de un aparcamiento frente al albergue de Poo si este cumple con las prescripciones técnicas y de seguridad para el efecto que pretende ser obtenido. Un particular ha cedido un terreno y la Administración local deberá acondicionarlo y mejorarlo si, finalmente, se cumplen las directrices técnicas.
