El sistema de barreras que controla el acceso de vehículos a los Lagos de Covadonga -instalado en la rotonda de El Peregrino- evita que suban al Parque Nacional más de 300 vehículos -la capacidad de los aparcamientos de La Tiese y Buferrera-, pero colapsa el santuario cada fin de semana. Lo dice el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, que cree que "quisieron evitar un problema y generaron dos". Porque ahora se forman atascos en los Lagos -al no haber nadie que regule el tráfico y redirija a los vehículos a los aparcamientos cuando uno de los dos está lleno-, y en el entorno de Covadonga -por los que se quedan atascados en la rotonda cuando el Plan de Transportes no está activado-.

El primer edil ha solicitado una reunión a Delegación de Gobierno para plantear esta nueva problemática y buscar de forma conjunta una solución.

"No es una crítica, es poner encima de la mesa un problema que nos genera conflicto todos los fines de semana y, además, transmite una imagen de Covadonga al visitante de caos en la circulación", dice.