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Un hotel de asociaciones, propuesta para el Centro de Artesanía de Poo, abandonado hace ocho años

Una plataforma que aglutina a docentes, padres y vecinos plantea celebrar talleres extraescolares para los niños que acuden a clase al equipamiento

Daniel Fernández, junto a uno de los talleres, donde se acumulan varias decenas de libros del desaparecido proyecto municipal "Llanes de viajes". EVA SAN ROMÁN

Una plataforma que aglutina a docentes, padres y vecinos de Llanes quiere convertir el antiguo Centro de Artesanía de Poo, ahora vacío de actividad, en un hotel de asociaciones. El objetivo: recuperar la esencia del edificio y darle un uso educativo, para el que fue creado hace ya dos siglos. El inmueble ha sido históricamente la escuela de Poo y a día de hoy 30 niños del Centro Rural Agrupado (CRA) N.º 2 utilizan un pequeño espacio de él, quedando el resto infrautilizado tras el exilio voluntario de los artesanos que operaban en el centro llanisco.

Lo que quieren es que la escuela ofrezca una educación reglada durante las mañanas y que, por las tardes, "quien tenga algo que aportar a la sociedad lo ofrezca, sin ánimo de lucro, para que los niños no tengan que desplazarse a otros lugares a recibir clases de determinadas materias". Entre las propuestas está la creación de una radio, de un taller de pintura o de música. Diferentes ideas para una demanda que no cesa de crecer y, sobre todo, para darle vida a un edificio que fue creado para dotarse de un uso educacional, pese a que los docentes no puedan utilizarlo entero para ello.

Tal como cuenta Daniel Fernández, director del CRA, han sido los propios padres quienes han tenido que limpiar la zona donde los escolares hacen gimnasia. Y en ocasiones son ellos mismos quienes mantienen el edificio en un estado óptimo. El Ayuntamiento ejecuta algunas reformas, pero los defectos vienen arrastrados desde principios de los 2000. El techo, por ejemplo, de cristal y retráctil, dejó de funcionar un año después de inaugurar el centro de artesanía y nunca fue arreglado.

El edificio "necesita vida" y hay posibilidades para dársela. Por eso, la plataforma planteó hace ya algún tiempo a la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Llanes la creación de este hotel de asociaciones. Entregaron unos estatutos como ejemplo y propusieron la idea con todo tipo de detalles. Sin embargo, no ha habido una respuesta.

"Podemos darle un uso educativo, un uso más útil. Los gestores deberían velar por que los espacios públicos fueran utilizados, por que el dinero invertido haya servido de algo", evidencia el docente, que recuerda que los ocho talleres del centro de artesanía llevan ocho años cerrados. Solo en uno de ellos se usa la instalación como sede de un taller de empleo. En otro esperan los libros de un proyecto llamado "Llanes de Viajes" que pasó por editar cientos de libros que hoy están amontonados y empaquetados allí. Lo lógico sería, añade el profesor, "ofrecer a los niños distintas materias educativas extraescolares, una forma de mostrarles las posibilidades, de impartirles estímulos de todo tipo para que ellos puedan ir sabiendo qué elegir en el futuro".

La de Poo, como sucede en los centros rurales, es una escuela diferente. Un lugar en el que los niños reciben una educación distinta. A veces, aprovechando que el Camino de Santiago pasa por delante, los peregrinos paran, los niños salen, y juntos se cuentan experiencias. Una forma de enriquecer y generar inquietud entre los treinta pequeños, de 3 a 12 años, que acuden a diario a la escuela de Poo a recibir sus clases.

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