"Esta semana, si las condiciones meteorológicas lo permiten" se dragará el canal de acceso al puerto de Llanes. Y, la próxima, una empresa iniciará la extracción del ocle en descomposición que causa un olor nauseabundo en todo el centro de la villa. Lo ha anunciado el Ayuntamiento de Llanes después de recibir respuesta a parte de sus reivindicaciones.

La draga "La Nalona", después de una lucha entre gestores locales y pescadores con el Gobierno del Principado de Asturias, al fin actuará en Llanes. Sin embargo, habrá que esperar aún a que la Consejería tome parte en una de las actuaciones más urgentes: el dragado del puerto interior, donde varios barcos han encallado ya en distintas ocasiones debido a la presencia de sedimentos y algas y, por ende, a la falta de calado en el espacio de amarre. Esa extracción se hará a lo largo del ejercicio de 2020, indican en una misiva enviada al Consistorio llanisco y rubricada por la directora general de Infraestructuras, María Esther Díaz López, y la jefa del Servicio de Puertos e Infraestructuras del Transporte, Bárbara Monte Donapetry.

La carta, que llegó ayer, respondía a otra que el alcalde de Llanes, Enrique Riestra, envió al Ejecutivo regional el 17 de febrero pasado. En ella pedía favorecer al sector pesquero iniciando el dragado antes del inicio de la temporada de la xarda. "Es absolutamente fundamental por varios motivos: por la seguridad de los trabajadores de la mar; por la imposibilidad de salir a faenar en determinados momentos por la falta de calado y porque la economía de la cofradía puede verse muy afectada en el presente y en el futuro, ya que, además de los barcos locales, muchos barcos de fuera rulan en la cofradía, pudiendo optar por otros destinos haciendo un roto a nuestra economía", expuso el regidor, al tiempo que exigía una actuación inmediata por parte de los políticos regionales.

En el mismo documento incluyó Riestra una segunda petición que afectaba al sector servicios. El intenso olor de las algas podridas en el puerto deportivo evitaba que las terrazas de los bares de alrededor tuvieran la clientela necesaria. Además de "olores insoportables en un municipio turístico", se trataba de evitar "un problema de salud pública". Sólo por esos motivos, decía, "se solicita con urgencia una solución inmediata" que, parece ha llegado, al menos en parte.