Es un proyecto solidario, pero también educativo, si es que ambos conceptos no estaban ya, de por sí, íntimamente ligados. Los docentes del instituto de Infiesto continúan dando lecciones a sus alumnos, a quienes proponen crear una sociedad ficticia cumpliendo con el temario, y a los vecinos, a quienes ofrecen el producto en cuya imagen previamente han trabajado.

Las chicas matriculadas en el primer curso de la Formación Profesional de Gestión Administrativa instalaron su particular puesto en el mercado semanal de la capital piloñesa para vender camisetas y bolsas a favor de la Fundación Galbán (contra el cáncer infantil), al mismo tiempo que desarrollaban parte del temario de una de sus asignaturas. Los beneficios, explica el coordinador del ciclo, Nacho García, "se invierten en una sociedad mejor, en este caso a través de las Asociación Galbán contra el cáncer infantil".

Y mientras atendían, con gran éxito, el interés de los piloñeses que se acercaron a su cita semanal con el mercado, las jóvenes comprobaban, en la práctica, cómo funciona el marketing en el punto de venta, cuál es la implantación del producto una vez está en el mercado y cómo es debido desarrollar la atención al cliente, para que la venta sea más efectiva. Todos, dice García, "son puntos fundamentales para obtener éxito en la difícil tarea de emprender". Algo que, sus alumnas, matiza orgulloso el profesor, están aprendiendo a pasos agigantados. Todas, apuntó el profesor, "son mujeres que buscan formarse para el mundo laboral con éxito" y que no dejarán escapar ninguna de las posibilidades prácticas que les ofrece su centro educativo.