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"Algún productor de arándanos dejó miles de kilos sin recoger por la avispa asiática"

"El trampeo masivo coordinado en los concejos es la única manera de contener la plaga" l "Es muy importante que todo el mundo sepa cómo actuar"

Xuan Valladares, con una trampa casera. EVA SAN ROMÁN

Xuan Valladares es el concejal de Agroganadería del Ayuntamiento de Llanes. Desde su departamento se ha impulsado un plan de erradicación de la avispa asiática pionero y alabado en la región. Ha implicado a los gestores políticos, pero también a toda la sociedad civil. El plan, ya ha empezado a dar sus frutos.

- ¿Cómo surge el plan contra el avance de la velutina?

-Yo tenía clara la importancia del problema de la expansión de la velutina, las limitaciones de los planes regionales para su control y lo importante que es el ámbito municipal para poder diseñar y ejecutar un plan eficaz. Al llegar a la Concejalía de Agroganadería, obviamente me sentí obligado a actuar. No soy de los que sólo pide o delega, sino de los que intenta trabajar y aportar ideas para solucionar los problemas. Estudié la situación y los antecedentes, así como los mecanismos puestos en marcha en distintas regiones, y también las herramientas con las que podíamos contar en el concejo. Hablando con distintas personas surgieron ideas propias, como la de involucrar a los estudiantes del Instituto, o a los usuarios del Centro Don Orione, propuesta que me sugirió Conchi, una de las trabajadoras de dicho Centro. Informamos con charlas, coordinamos sectores y organizamos un trampeo complementario a través del Ayuntamiento, además de acoplar la ayuda del Principado. El objetivo es claro: trampear masivamente entre febrero y mayo para castigar a las reinas fundadoras, las que harían después nidos con miles de avispas.

- Llanes ha sido el primer ayuntamiento en implicarse contra la plaga, ¿cree que deberían copiar otros concejos?

-Creo que sí. Ciertamente fuimos pioneros, pero igual que nosotros tomamos ideas de aquí y allí, lo importante no es ponerse medallas, sino aplicar medidas eficaces para resolver los problemas. Sabemos que otros municipios están siguiendo nuestros pasos, como Ribadesella, que también involucra a alumnos y profesores, o Peñamellera Baja, que aprovechó nuestras jornadas y cursos para que sus operarios pusieran más de doscientas trampas. El trampeo masivo coordinado desde ayuntamientos es la única manera de contener la plaga.

- ¿Qué echa de menos en la gestión regional?

-Ya sabemos que las administraciones casi siempre llegan tarde y a través de mecanismos lentos y a veces más costosos de lo que debieran. La sociedad siempre va delante, y el nivel institucional municipal es bueno para gestar soluciones rápidas, pioneras y eficientes, porque une a su condición de institución la de una escala humana próxima al ciudadano. La Administración regional subió el presupuesto para controlar a la avispa, pero fue insuficiente. Sólo han puesto a disposición de los ayuntamientos dos o tres mil trampas, las que necesitamos en Llanes. El desbordamiento de las solicitudes de retirada de nidos activos en Asturias produjo retrasos de hasta dos meses. Nosotros no lo vamos a permitir. En nuestro plan incorporamos un sistema propio de retirada de nidos activos que se dispara a partir del quinto día de espera a la respuesta regional.

- ¿Qué es lo que pueden hacer los ayuntamientos?

- Asegurarse de que se realiza un trampeo masivo aprovechando los recursos que puedan obtenerse del Principado y completando con recursos propios, no sólo económicos, sino humanos, a través de personal municipal y de ciudadanos comprometidos, especialmente los afectados, pero de toda la población en general. Es muy importante proporcionar información hasta que el común de los habitantes conozca el ciclo biológico de la especie, cómo actuar en cada caso y cómo coordinarse con las estrategias municipales.

- ¿Cuántas trampas se han colocado?

- Las personas que coordinan a los apicultores y a los alumnos todavía no nos han proporcionado algunos números relevantes. Pero a buen seguro que ya pasamos de las mil trampas colocadas.

- ¿Se notan los efectos?

- Al igual que nos ocurre con la demora de los datos en el trampeo, nos ocurre con las capturas. Estas están siendo muy irregulares según la zona, por la propia densidad de avispas, por sus diferentes tiempos biológicos según el área y por otros motivos. Infiriendo los datos de la misma forma a lo hecho hasta ahora, llevamos más de cuatrocientas capturas. Ayer pasé a revisar la situación en la zona de Parres y me entregaron a treinta reinas más. Obviamente se tendrá que notar en el número de nidos de este año, pero para estudiar una posible mengua de los daños habría que esperar hasta el verano para tomar conclusiones.

- La velutina, dicen los expertos, ha llegado para quedarse. ¿En qué medida paliará el trampeo su presencia?

- Está por ver cual es el punto de equilibrio optimizando nuestras herramientas actuales. Sería muy especulativo adelantar resultados concretos. Sin embargo, una cosa es segura: en pequeños puntos donde hubo un buen trabajo individual de trampeo el año pasado notaron una menor presencia de obreras y ataques.

- ¿Hay casos de perjuicios económicos en el concejo?

-Sí. Varios apicultores lo dejaron el año pasado. Algún productor de arándanos dejó miles de kilogramos sin recoger. Muchas ciruelas, peras o higos también se quedaron sin recolectar. Yo mismo tenía cuatro colmenas y me queda una, de la que no pude recoger tampoco nada de miel.

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