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La crisis del pastoreo en la comarca: la reciella se redujo un 60% desde 2000

Los Picos de Europa pasaron de contar con 24.000 ovejas y 15.000 cabras a primeros de siglo a unos 10.000 ejemplares de cada especie

Un rebaño de ovejas, en el concejo de Onís. REP. EVA SAN ROMÁN

Las continuas amenazas -administrativas y naturales- que aprietan a los titulares de las explotaciones ganaderas se reflejan en los datos que recoge la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). Actualmente, la comarca tiene menos de la mitad de animales que hace veinte años. Hay menos vacas, pero, sobre todo, hay menos rebaños de cabras y ovejas. La reciella no ha hecho más que descender desde principios de siglo, y la cifra preocupa teniendo en cuenta que, junto a ella, ha descendido el número de explotaciones.

Hace veinte años en el oriente de Asturias pastaban 40.929 ovejas y 23.105 cabras. Los últimos datos oficiales censan el número de cabezas de ovino y caprino en 16.896 y 15.404, respectivamente. O, lo que es lo mismo, hay un 58% menos de ovejas y un 33% menos de cabras que en el año 2000. El ganado bovino también ha sufrido un descenso, pero no tan acentuado. La comarca ha pasado de contar con 80.760 vacas a tener 78.326. En este tiempo ha aumentado el número de cabezas de ganado dedicado a la venta de carne, y ha descendido notablemente el número de vacas destinadas a la producción de leche, que ha bajado un 22% (de 22.578 a 8.871). En explotaciones, sin embargo, la reducción de quienes se dedicaban a la leche ha sido del 81%.

En todos los municipios se registran descensos importantes, aunque resultan llamativos en los que aportan terreno, y vida, al parque nacional de los Picos de Europa: Amieva, Cangas de Onís, Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja. En esta tierra, donde se elaboran productos agroalimentarios tan importantes como el queso gamonéu, el de los Beyos o el cabrales, los datos son desalentadores. Algo que vienen subrayando los ganaderos, que alarman sobre el descenso en las cabezas de ganado, sobre todo, en la reciella. En el año 2000 había pastando por los Picos un total de 24.543 ovejas. En 2017 eran 9.919. Un 59% menos. El descenso porcentual de las cabras es del 32%. Pasaron de contar con 15.051 a tener un total de 10.179. Hay también menos vacas, aunque el descenso genérico es menos pronunciado, del 28% entre leche y carne.

Por municipios, Cangas de Onís ha registrado un mayor impacto. Pasó de tener 9.450 vacas a 941; de 5.886 ovejas, a 1.929, y de 2.511 cabras, a 1.504. Llanes, por su parte, ha mantenido casi el mismo número de cabezas de ganado bovino (casi 15.000), pero ha descendido las explotaciones, pasando de 643 a las actuales 371.

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