La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Escena "lamentable" en Llanes, con barcos varados y horas de espera para entrar

"Ni los botes de remo pudieron acceder al puerto hasta que subió la marea", lamenta Manuel Herrero, de la cofradía de pescadores llanisca

Un barco encallado el pasado 11 de marzo en la bocana del puerto de Llanes EVA SAN ROMÁN

"Ni los botes de remo pudieron entrar hasta que no subió la marea, ese es el escenario tan lamentable que seguimos teniendo, estamos totalmente en seco", lamentaba ayer Manuel Herrero, vicepresidente de la cofradía Santa Ana de Llanes. Lo hacía después de que dos barcos de pesca quedaran encallados a primera hora de la tarde en la bocana del puerto llanisco.

La falta de calado hizo que las embarcaciones quedaran varadas sin poder avanzar hacia puerto. Pero es que, además, apunta Herrero, "hubo barcos que tuvieron que esperar tres horas para poder entrar" y atracar, al fin, para poner fin a una jornada que comenzó de madrugada. No es la primera vez que ocurre, ni tampoco es nueva la reivindicación de los pescadores del puerto de Llanes, que ya adelantaron hace tiempo que estas situaciones se sucederían y perjudicarían de lleno a la temporada de la xarda, en pleno rendimiento. De hecho, este año han acudido menos pesqueros a vender su producto a la lonja de Llanes, con lo que las cuentas tampoco saldrán del todo al cerrar el ejercicio.

La situación se repite, "y no sé cuántas van", lamenta el pescador llanisco. Herrero fue uno de los que el pasado 11 de marzo denunció, con sombrilla, mesa y sillas, que el puerto de Llanes se estaba convirtiendo en una playa más del municipio. Allí los barcos se varaban durante la noche, "y los barcos están preparados para flotar, con lo que los daños son cuantiosos", señaló en su momento el presidente de la cofradía, Ángel Batalla. "La Nalona" llegó a dragar el puerto la tarde del día 10 de marzo. La intención era que se aliviara la bocana que conduce a las embarcaciones de pesca hacia la dársena interior, donde atracan, pero al día siguiente el barco se averió. Cuatro días más tarde comenzó el confinamiento debido a la crisis sanitaria con el decreto del estado de alarma "y esto lo dejaron a medias", aunque es cierto que durante un tiempo hubo margen para trabajar en las obras. De hecho, durante ese tiempo, los operarios dieron por concluido el trabajo del dragado del puerto deportivo, donde varias máquinas trabajaron para despejar la zona portuaria y evitar el olor a algas putrefactas en la villa de Llanes.

La intención de los pescadores inicialmente, y así lo habían propuesto al Gobierno del Principado de Asturias, era que se aprovechara la logística, una vez había llegado al concejo, para sacar "unos dos metros" de arena del puerto pesquero y evitar que los barcos encallaran, al mismo tiempo que se permitía que entraran con soltura, sin necesidad de esperar a la tabla de mareas, las condiciones para llegar a tierra. Pero no lo hicieron. Las máquinas abandonaron Llanes y los pescadores han vuelto a quedarse varados en un puerto que ha puesto en jaque a toda la flota llanisca y que, pese a sus históricas reivindicaciones, no parece que haya previsiones de mejorar.

Compartir el artículo

stats