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Los campings confían en salir reforzados por su facilidad para el distanciamiento

El presidente regional del colectivo da por perdido el año por la desaparición del turismo extranjero y apuesta por la promoción nacional

Ramón Álvarez. EVA SAN ROMÁN

Los campings serán "los alojamientos mejor preparados para evitar contagios, son destinos de naturaleza y, sólo por eso, presentan una mayor protección. Es el momento de que los viajeros que viajaban a otros establecimientos descubran este sector, nosotros estaremos preparados para ofrecer un turismo de calidad".

Lo dice Ramón Álvarez, el presidente del colectivo en Asturias, que tiene su establecimiento en Avín (Onís), pero su premisa engloba a todos los empresarios del sector, de los que más de 20 se concentran en la comarca del Oriente. Álvarez avanza que una de las propuestas pasa por, una vez hecha la reserva, ofrecer información digitalizada con las medidas a tomar dentro del camping para que, al llegar, "sepan a lo que atenerse". Cumplir con las medidas de seguridad "no sólo es responsabilidad del empresario, también dependerá en gran parte del cliente", incide. Y en ese sentido, "aunque el turismo de camping es muy cívico por norma (aquí a las 23 horas no se escucha un ruido), debemos saber también qué tendremos que hacer con comportamientos incívicos", dice.

Por ahora, "se está elaborando un protocolo serio de actuación, nosotros hemos ido trabajando en previsión a las posibles medidas que haya que tomar, teniendo en cuenta que la higiene y la limpieza se cumplirán de forma más severa y las distancias sociales serán casi obligatorias, pero aún no hay algo sólido", asume Álvarez. Eso sí, lamenta, "lo cierto es que nosotros tendremos que adherirnos a varios protocolos distintos" porque los campings, por norma, cuentan con servicio de hostelería, de supermercado, de lavandería y de pernoctaciones. La idea, aún sin definir por completo, pasa por "ofrecer comida para llevar, y en el supermercado se tomarán todas las precauciones necesarias, la lavandería dependerá seguramente del aforo... aún es complicado enfrentarse a esta nueva realidad", lamenta.

En su caso, en el camping de Avín, "nos ha pillado con el pie cambiado, porque este año habíamos hecho una apuesta firme y una inversión importante" que pasaba por la instalación, entre otros servicios, de una piscina para los usuarios". Algo que, previsiblemente, no se podrá utilizar a corto plazo.

Pero no será la única pérdida. "una gran cantidad de campings dependen en un 50% del turismo extranjero". En el caso de Avín, "tenemos un público mayoritario de portugueses y franceses". Sin embargo, a juicio de Álvarez, tal vez éste sea un buen momento para relanzar la esencia de los espacios para campistas. "Hay mucha gente que nunca ha ido de camping porque tiene ciertos prejuicios. Los campings han cambiado y ofrecen comodidades a la altura de cualquier expectativa. La mentalidad europea está más encaminada a ir de acampada a espacios como los nuestros, la española no tanto".

En cualquier caso, "hemos de tener claro que este será un año de transición en el que, si podemos sacar algo, bienvenido sea, pero nos enfrentamos a un panorama laboral con muchos parados, con personal que deberá recuperar horas en sus empresas... agosto no será el agosto que conocemos", augura.

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