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La comarca asume la cancelación del Sella como un palo "económico y anímico"

"Es una gran pérdida, será un verano atípico sin eventos importantes", dicen en Arriondas y Ribadesella, que entienden que prime la salud

Salida de la pasada edición del Descenso del Sella. J. M. CARBAJAL

Como un jarro de agua fría cayó la noticia de la suspensión de La Fiesta de las Piraguas en quienes aún albergaban la esperanza de que uno de los eventos más esperados del verano asturiano, que congrega a una multitud de participantes y público a principios de agosto en el río Sella, encontrase la fórmula para poder celebrarse dentro de "la nueva normalidad" marcada por la pandemia del coronavirus. El comercio y la hostelería de Arriondas y Ribadesella, así como de municipios limítrofes, aseguran que el impacto económico será importante, pero coinciden en destacar la necesidad de anteponer la salud a la celebración de la fiesta.

Quienes viven esta cita intensamente también ponen sobre la mesa el impacto emocional que tendrá ver pasar el verano sin disfrutar del Descenso Internacional del Sella y de su ambiente. Es el caso de los integrantes de la asociación cultural y folclórica "Los Tritones", que fue creada para animar y formar parte de esta fiesta, así como del descenso del Piloña, que tenía previsto celebrarse el 25 de abril. Su presidente, Ángel Luis Menéndez, "Kevi", confiesa que "a dos meses vista aún confiaba en que pudiera celebrarse con medidas de seguridad y aforo reducido, pero cuando el lunes dijeron que no se celebraría apetece ponerte a llorar", asegura. Aún así, reconoce que en estos momentos "lo más importante es la salud, luego ya será la economía y después la fiesta".

El impacto emocional es algo que también destaca la presidenta de la asociación del comercio de Arriondas, Fidelia Fernández, que asegura que "el Sella en Arriondas nos llega al alma y lo vamos a echar en falta, significa mucho para todos". Por supuesto, reconoce que económicamente también será una gran pérdida, sobre todo para la hostelería. "Perderemos unos ingresos que se suman a la crisis que ha ocasionado tener que estar cerrados", añade. No obstante, asegura que apoya la decisión de la organización: "Seguro que más que a ellos no nos duele a ninguno que no se celebre".

El taxista parragués Pablo Banco Díaz es de los que piensa que "el Descenso del Sella tenía que celebrarse, ya que es mucho más que una carrera de piraguas; es más que un sentimiento de los ribereños que este año no podremos disfrutar como hubiésemos querido". Asegura que para el sector "es una gran pérdida económica" y añade que "será un verano atípico sin fiestas ni eventos importantes", por lo que espera que "algo se mueva para poder sustituir la gravosa situación económica que se presenta".

"Sin el Descenso Internacional no existiría nuestra actividad", sentencia Gonzalo Llamedo, de la empresa de turismo activo Sellastur, de Arriondas. Explica que con la suspensión "perderemos clientes que quieren bajar por la fiesta, pero ganaremos familias con niños que en mi empresa ese día no permitimos bajar". Sin embargo, reconoce que "a nivel publicitario es malo que se suspenda, porque la visibilidad que le da el Sella a nuestra actividad es fundamental".

"El daño económico es más que importante, no será recuperable, pasamos de que durante 10 días las habitaciones estarían al completo a esperar a ver cómo será el turismo de este año", lamenta Fernando Fondón Vega, del Hostal-Café Español, situado en la céntrica Plaza del Cañón, en Arriondas. "En cuanto al café, pues de la quincena más fuerte del año pasaremos a no saber con qué vamos a contar y supondrá que no contrataré a nadie para trabajar en esa época en la que otros años contrataba a dos personas y uno más para el fin de semana del Descenso", puntualiza el hostelero parragués.

Para el cronista oficial de Parres, Fran Rozada, hace semanas que debería haberse anunciado la suspensión definitiva del Descenso del Sella y la Fiesta de las Piraguas. "Queríamos un Descenso del Sella como fue siempre, con deporte y fiesta, y no una devaluación imperdonable del mismo. De modo que nos vemos en agosto de 2021 en las orillas del Padre Sella", opina, a la vez que recuerda que en Alemania hace un mes que se suspendió su festival de otoño conocido como "Oktoberfest".

En Ribadesella, el hostelero Luis Fernando Bulnes, de Casa Juanito, coincide en que el "impacto económico será total". Recuerda que aunque solo sean dos días de fiesta "lo que dejaremos de ingresar será muy importante, ningún fin de semana de agosto llega a la cifras de La Fiesta de Piraguas ni por asomo". Pero considera que la suspensión de la cita es "lógica y razonable" porque asegura que por una fiesta "no podemos arriesgarnos a retroceder". Añade además que antes de la llegada del coronavirus el sector esperaba un "gran agosto" pero "con este varapalo estamos a la espera de ver cómo va a responder la gente".

Un impacto "muy negativo", es la valoración que hace Saúl Pascual Asprón, presidente de Incatur, asociación de empresarios de la comarca de los Picos de Europa, quien entiende que una fiesta de las característica del Sella "no se podía celebrar en esta situación". Ante todas las cancelaciones de eventos que se están produciendo, espera que "las administraciones sigan ayudando y apoyando, porque son todo reveses".

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