Arriondas peatonalizará varias calles y viales de su casco urbano. El Ayuntamiento de Parres trabaja ya con la Policía Local y el gremio de los hosteleros de la capital parraguesa para definir qué calles se cerrarán al tráfico este verano. El objetivo es triple: favorecer las distancias sociales exigidas por la crisis sanitaria, ampliar las terrazas de los bares y dar más protagonismo al peatón.
La idea ya rondaba al ejecutivo local, pero las medidas para evitar el contagio del covid-19 han acelerado el proceso y servirán para analizar, y comprobar, la efectividad de la propuesta. "Estas actuaciones excepcionales nos permitirán valorar de forma real el impacto de cara a futuras actuaciones, con el objetivo de favorecer la movilidad peatonal en el casco urbano", indicó el alcalde, Emilio García Longo.
Aunque aún no han anunciado qué viales serán peatonalizados, sí han avanzado que la medida afectará a aquellos lugares "donde sea posible", siempre que "se permita mantener los servicios y accesos a comunidades de vecinos, garajes y negocios". A principios de la próxima semana se conocerá al detalle el proyecto, "pero más o menos se ganarán espacios peatonales en el centro", avanza el edil socialista Víctor Caldevilla, quien abunda en que "será una buena oportunidad para probar, ver cómo funciona el tráfico, si es viable en todos los casos?", aunque sin acometer obras, por el momento.
"El futuro pasa por crear ciudades más limpias y estéticamente es más bonito un espacio peatonalizado, la tendencia es que el peatón gane espacio a los coches", insiste el concejal. Aunque en el futuro sí se harán trabajos para homogeneizar el espacio, en la actualidad solo se prevé cambiar alguna señal y pintar marcas viales en el pavimento que planteen las indicaciones previstas y claras para peatones y vehículos.
Los hosteleros, por su parte, creen que el sector se verá beneficiado por la medida. El presidente de la asociación de Hostelería y Turismo (Hotupa), Gigel Ciubotariu, asegura que la medida "permitirá no disminuir el número de mesas y cumplir con las normas establecidas en la mayor parte de los casos. Para trabajar será algo beneficioso, sin ningún género de dudas", asegura.
"Tender a una Arriondas peatonal es algo positivo, pero necesitaremos sitio para aparcar, por eso creo que estaría bien estudiar la implantación de una zona azul que estuviera activa en la época de mayor afluencia, como ya sucede en Llanes o en Ribadesella", propone. De ese modo, "favoreceríamos un espacio libre de circulación y facilitaríamos el aparcamiento a aquellos vecinos que vengan a hacer gestiones".
Los comerciantes, por su parte, se mantienen a la expectativa. Fidelia Fernández, la presidenta del colectivo, defiende que las peatonalizaciones "siempre son complejas, porque incluso en la misma calle puede beneficiar a unos y perjudicar a otros, depende muchas veces del tipo de comercio que haya en el espacio en cuestión, las necesidades no son las mismas para todos", recuerda.
