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Ribadesella, primer concejo asturiano que parcelará la playa para que los bañistas guarden las distancias

Cada usuario podrá acceder al arenal de Santa Marina por cualquier escalera y se advertirá mediante megafonía de las infracciones para corregirlas al instante

Un hombre sale de la playa de Santa Marina durante la mañana de ayer. EVA SAN ROMÁN

El Ayuntamiento de Ribadesella no restringirá el acceso, pero controlará el aforo de la playa de Santa Marina mediante parcelas que distribuirá por colores. Será el primer concejo asturiano en ponerlo en práctica. El concejal de Seguridad, José Luis Díaz Bermúdez, ha adelantado que su Gobierno (PSOE y Ciudadanos) trabaja para cumplir con las normas sanitarias en todos los arenales (Guadamía, Atalaya, Santa Marina y Vega), aunque con mayor incidencia en el arenal más grande y urbano.

"Dividiremos la playa de Santa Marina por zonas que coincidirán con cada escalera de acceso al arenal desde el paseo, para que la gente se ubique. No se trata de prohibir, ni tan siquiera de delimitar como una obligación el propio arenal. Cada uno bajará a la playa por donde le parezca y apetezca, pero deberá ubicarse bien. Si hay que hacer avisos por megafonía quien los haga podrá referirse a un sitio concreto, explicando, por ejemplo, que en la zona 3 naranja hay un incumplimiento de la distancia social, o un exceso de aforo o una ausencia de un pasillo entre toallas que garantice el paso seguro de los usuarios", abunda. Es, en definitiva, "una forma operativa para garantizar en la medida de lo posible las normas que todos debemos cumplir a diario". Por esa obligatoriedad de cumplimiento, Díaz Bermúdez incide especialmente en que lo más importante será "apelar al uso responsable"

Los colores en los que se dividirá el arenal están aún por darse a conocer, "no serán ni rojo, ni verde ni amarillo" evitando coincidir con la bandera que ondee indicando el estado del mar en cuanto a las posibilidades de baño.

Al mismo tiempo, indica el edil, "marcaremos e indicaremos las fuentes para que las personas que guarden cola para acceder al servicio estén, en todo caso, a dos metros de distancia entre ellas". Y lo mismo sucederá en las duchas y baños públicos que, además, "ampliarán su limpieza hasta hacerla al menos tres veces al día".

El plan de salvamento arrancará con la temporada de baños oficial, el próximo día 15 de junio, y durará hasta el 15 de septiembre. El Gobierno local tendrá listo para esa fecha, quizá antes, todo el protocolo que ha ido estableciendo hasta la fecha. En lo que trabajan aún es en diseñar un plan para la playa de Vega.

"Si controlar Santa Marina es complicado, hacerlo en Vega es casi imposible porque tiene decenas de accesos y por la propia amplitud de la playa", una de las más grandes de la comarca oriental. Mañana viernes, se ultimarán los detalles del protocolo a aplicar, pero el concejal ya adelanta que "ni aún teniendo el parking lleno la playa se ha llenado de usuarios", por lo que no parece probable el incumplimiento de la distancia social. Otra cosa, reconoce Díaz, "será cómo controlamos los accesos al aparcamiento", aunque para eso se "gestionará y negociará" en los próximos días.

La señalítica estará en los cuatro arenales del municipio apelando, siempre, a la responsabilidad y marcando una serie de normas sanitarias genéricas. La Atalaya, dice Díaz Bermúdez, "es casi una playa local y urbana" en donde los usuarios se organizan entre sí respetando medidas en donde prima el sentido común. Guadamía, por su parte, tampoco recibe un aforo excesivo, "es una playa pequeña que, además, registra flujos de marea que hace que la arena para tomar el sol dure apenas unas horas", con lo que en Ribadesella esperan no registrar mayores problemas.

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