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El zoo de Cangas de Onís reabre: "No llegó dinero pero sí comida"

Ernesto Junco celebra haber "salvado" la crisis en su instalación de Sotu, con 300 animales

Ernesto Junto con patatas para el rancho del oso "Lolín".

El zoo la Grandera de Sotu, en Cangas de Onís, ha esquivado la quiebra y abre este sábado sus puertas. Habrá un aforo limitado a 400 personas y mientras existan restricciones sociales, no está previsto hacer ningún tipo de espectáculo para evitar la congregación de gente. Tampoco habrá visitas guiadas por el mismo motivo.

Las excursiones de escolares previstas han sido suspendidas y el público parece que estará más reducido a familias y pequeños grupos que no superen la norma general. Todos deberán acudir con mascarillas y podrán hacer uso del hidrogel que ya están colocando a lo largo del zoo. Habrá cartelería específica en el recorrido al aire libre que conforma la visita y se apelará al uso responsable de las normas llamadas a evitar la propagación de la covid-19.

Tres meses después de que Ernesto Junco hiciera un llamamiento social que evitara la ruina de su negocio, el establecimiento en el que habitan 300 animales, ha podido sobrevivir a la pandemia "gracias a la solidaridad y la ayuda de tanta gente que nos ha acompañado durante este tiempo", agradece el empresario.

Junco abrió una cuenta bancaria para recibir donativos con los que poder hacer frente a unos gastos mensuales de 4.000 euros. Su empresa, que se mantiene únicamente con la venta de entradas, no encajaba en ninguna ayuda gubernamental, y Junco se vio obligado a dar la voz de alarma. "Dinero ha habido, pero ha sido insuficiente. Lo que sí nos ha llegado ha sido mucha comida para alimentar a los animales, así que hemos podido salvar esta crisis y por fin volveremos a abrir las puertas", indica

Junco agradece las ayudas anónimas y la comida recibida, pero también a los vecinos de Sotu que se han volcado en la limpieza, así como al Ayuntamiento de Cangas de Onís.

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