La residencia Faustino Sobrino de Llanes ha iniciado el camino "para recuperar todo su esplendor y convertirse en un referente". La teniente de alcalde de Llanes, Marián García de la Llana, anunció ayer tras una reunión del Patronato de la Fundación que el establecimiento acogerá próximamente una remodelación ambiciosa que cambiará por completo la cara de la residencia.

Los miembros del patronato decidieron pues iniciar los trámites para ejecutar un proyecto que deberá salir primero a licitación para ser adjudicado a posteriori. No hay fechas, tampoco aún se ha dado a conocer el presupuesto, pero sí se sabe que las 80 plazas actuales se aumentarán de forma importante; que las habitaciones contarán, en todo caso, con baño; que los pasillos serán más estrechos -siempre garantizando las normas- para dar más espacio a las estancias de usuarios; que el centro de día se conectará con los jardines de la residencia y que la terraza será acristalada, y tendrá instalación de calor, para ofrecer un mayor uso durante el invierno.

Además, se habilitará una zona actualmente en desuso que ha sido lugar de aislamiento durante la pandemia. Los usuarios no deberán abandonar el centro porque las obras prevén adaptarse a las necesidades del establecimiento en donde se realizan. "Empezamos por sanear el aspecto económico y abandonar la decadencia en que se estaba sumiendo el centro. La Faustino Sobrino tiene futuro y se lo vamos a dar", dice García.