Los vecinos de Posada temen que el Gobierno regional no devuelva a su centro de salud el servicio de Urgencias que clausuró en la localidad llanisca al inicio del estado de alarma. Por eso han convocado una concentración vecinal para este jueves y quieren reclamar la prestación del servicio sanitario en un lugar que durante el verano "quintuplica" su población.

La de Posada será la tercera concentración de Llanes, después de las realizadas por los vecinos de Nueva -que han logrado que su consultorio abra para servicios concretos- y los de Pendueles, que no han logrado reabrir el centro de salud y tienen que desplazarse incluso a otro concejo, el de Ribadedeva, para acudir a sus citas.

El asunto llegó incluso al Pleno que ayer se celebró en Llanes, en donde el PP presentó una moción para solicitar al Principado un protocolo de actuación y apertura de los consultorios periféricos cerrados durante la pandemia. La propuesta fue aprobada con el voto a favor de todos los grupos del gobierno, pero con el voto contrario del PSOE local, que garantizó la apertura y vuelta a la normalidad de los centros sanitarios llaniscos en cuanto la situación lo permita.

El Ejecutivo local afeó la postura de los socialistas llaniscos, a quienes acusaron de "populistas" y de estar a espaldas del clamor vecinal. Los gestores locales aclararon que no se pretende la apertura sin que esta sea segura, sino un compromiso firme y pormenorizado por parte de los responsables de que todo volverá a ser como antes cuando sea posible.

La confusión entre los usuarios del centro de salud de Posada se materializó este fin de semana cuando, según explicó el edil del PP Lucio Carriles, "un hombre que se había cortado una mano con una radial acudió al centro de salud en horario de urgencias para encontrarse la puerta cerrada". No sabía, abundó el edil, "si acudir a Llanes o a Arriondas" para ser atendido.

Fue también Carriles, como concejal de Hacienda, el encargado de presentar la cuenta de liquidación de 2019 en un Pleno que sirvió para aprobar de forma definitiva el Presupuesto municipal de 2020. Llanes carecía de documento económico desde 2016. Serán unas cuentas de 18 millones de euros que el Gobierno aprobó con el voto contrario del PSOE. Es más, el grupo socialista anunció que estudiará si iniciar un contencioso administrativo porque "creemos que hay un desajuste con los ingresos presupuestados, son insuficientes para afrontar los gastos, habrá que ajustar 1,6 millones para poder hacer frente a los incumplimientos que tiene la liquidación de 2019, no se podrá hacer frente a las medidas anunciadas para favorecer a los vecinos. ¿De dónde sacarán el dinero? ¿Dónde van a recortar?", cuestionó el portavoz socialista, José Manuel Herrero.

Pero el gobierno local aún no sabe de dónde recortará. "Estamos metidos en un plan económicamente muy sencillo, pero implica que hay que tener superávit en la liquidación del año financiero, la ley no nos deja abrir otro, eso significa que hay que retener el dinero, y hay que recortar en alguna partida, pero aún no sabemos en cuál", abundó el responsable de Hacienda.

La sesión ordinaria de ayer sirvió también para dar cuenta de la renuncia, por motivos personales, de una edil del PSOE, Lucía Fernández, que ha abandonado la corporación municipal. Según el orden de lista, la nueva concejala Begoña Valle del Río ocupará ahora un lugar en el Pleno municipal.