Cumplirán el plan de gestión del lobo, estudiarán los baremos de daños y revisarán al alza el precio a pagar por los animales muertos por el cánido. El Gobierno del Principado se ha mostrado dispuesto, frente a los gestores políticos del Parque Nacional de los Picos de Europa, a hacer frente a la delicada situación que atraviesa el sector primario. Durante una reunión que tuvo lugar ayer en Oviedo, los directores generales de Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, y de Ganadería y Sanidad Animal, Nino Rodríguez, dieron un paso más para atajar el triste balance de daños que han sufrido en lo que va de año los ganaderos de la comarca oriental del Principado de Asturias.
José Manuel Fernández, alcalde de Peñamellera Baja y portavoz del grupo de políticos que acudió ayer a la cita (Peñamellera Alta, Onís, Cabrales, Cangas de Onís y Amieva) explicó las principales conclusiones de la reunión que también afectan a ganaderos que operan fuera del espacio protegido.
En el Gobierno regional "son conscientes de que la tasa de extracción fuera del Parque está por debajo del compromiso de cumplimiento y tratarán de cumplirlos también", avanzó el regidor. Pero, además, según Fernández, los dirigentes regionales "están tratando de agilizar los trámites, una reivindicación histórica de los ganaderos a la hora de cobrar sus daños". A tal fin, "desarrollarán una aplicación informática donde cada uno pueda hacer un seguimiento de su expediente y ver en qué situación están sus daños".
Los representantes políticos municipales alabaron la buena disposición de los regionales y ambos pusieron de relieve la necesidad de aplicar un plan del lobo que debería estar ejecutándose desde el pasado año. En el documento, entre otras cosas, se establecen controles de población y cupos de extracción del cánido allá donde esté comprometida la explotación ganadera.
