Cuatro bares de Arriondas, los de la calle Los Castaños, dicen sentirse discriminados frente a las ventajas que el Ayuntamiento de Parres aplica a otros establecimientos hoteleros de la capital parraguesa. Ya han mostrado su "malestar" ante el propio gobierno local porque las recientes medidas llevadas a cabo para paliar la crisis económica derivada de la sanitaria han llevado al Ejecutivo a cambiar la circulación de las calles para que los hosteleros puedan ampliar el número de mesas en sus terrazas.
"Debe quedar claro que nosotros no vamos en contra de nuestros compañeros y vecinos", subrayan. Su protesta se dirige a la Administración local, quien ha hecho caso omiso de sus peticiones de cortar la calle y peatonalizar su uso, como ha sucedido en otras tres vías de la capital. "Nos parece totalmente injusto que pagando todos los mismos impuestos y siendo vecinos del pueblo se nos den menos facilidades. Nadie nos ha propuesto ninguna solución para aumentar el número de mesas", explican. Y plantean: "Podemos entender que tenemos dificultades añadidas, pero podría peatonalizarse en algún horario, o día de la semana, en los que no se cause trastorno", plantean.
El Ayuntamiento aduce que la calle ya fue objeto de una reordenación al eliminar el estacionamiento de vehículos y modificar el carril de circulación "para que los establecimientos pudieran realizar una ocupación extraordinaria de la vía durante todo el año y no de manera estacional". De hecho, apuntan, "fue casi la primera calle del casco urbano en beneficiarse de modificaciones para favorecer la colocación de terrazas". Y justifican su decisión de no atender las nuevas peticiones debido a la existencia de garajes en la zona, así como el aparcamiento de una superficie comercial. Los hosteleros replican que la primera calle de beneficiarse de la peatonalización no fue la suya, sino Ramón del Valle, y matizan que la calle que cerraron al tráfico fue solo una, las demás terrazas están puestas en aparcamientos.
