Un centenar de vecinos de Llanes volvió ayer a salir a la calle para reivindicar la reapertura de los consultorios de Nueva (1.360 usuarios) y Pendueles (780), y la puesta en marcha completa de los servicios de urgencias médicas de Posada (3.200 pacientes), actualmente reducidos a los fines de semana.

Pero las carencias sanitarias llegan más lejos. Tal como denunció la diputada del PP Beatriz Polledo, hay "falta de personal en el centro de salud de Llanes", con lo que urge "poner en marcha de forma inmediata" el servicio de incidencia de médico de desplazados "que el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) activa en lugares turísticos en verano". En Llanes, denuncia la conservadora, "tampoco se están cubriendo las bajas. El verano pasado había seis médicos más pediatra, mientras que la plantilla se encuentra actualmente reducida a la mitad".

Los vecinos amenazan con "seguir con movilizaciones" hasta que la Consejería de Salud notifique por escrito, como ya han solicitado en el Gobierno local, qué fechas y qué servicios manejan para los centros periféricos cerrados o restringidos en el concejo. "Si cierran nuestros consultorios nos condenan a muerte", reivindicó en un discurso Ángel Vega, vecino de Pría.

"Tememos que nos cierren, que aprovechen esta situación para dejarnos sin ellos, y no lo vamos a consentir", amenaza una de las portavoces, Covadonga Ibáñez, quien apunta que el perjuicio para los usuarios "es muy elevado, con el pago de taxis de hasta 40 euros para ir a consulta o a la propia farmacia".

Además, apunta Carmen Fraile, de La Borbolla, "no tiene sentido que nosotros tengamos que ir a Colombres, somos llaniscos y llegamos allí a un centro de salud colapsado de gente porque los médicos deben atender a sus cartillas y a las de Llanes". La justificación de un cierre temporal del ambulatorio de Pendueles aduciendo razones sanitarias, dicen, "no tiene ningún sentido porque nos están juntando en otro centro a todos".

Rosario Fernández es otra de las afectadas. Su residencia está en Pendueles y los cambios han hecho que tenga que trasladarse a Colombres. "Yo voy de forma frecuente porque tengo problemas de tensión", indica, y la mayor parte de las veces no puede conducir por su propia dolencia.