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Cabrales-Oviedo: tres horas y 45 minutos

"Si tienes consulta a las doce en el HUCA, o coges un taxi o reservas hotel la víspera", dice un cabraliego tras tomar tres autobuses y soportar largas esperas

Viajeros bajándose del autobús de la línea Cangas de Onís-Oviedo, ayer, en la estación canguesa. EVA SAN ROMÁN

La odisea de vivir en el oriente de Asturias y depender del transporte público va a más. Los vecinos que lo sufren afean al Principado de Asturias que anuncie una lucha contra la España despoblada mientras no se emplea en dotar de buenos servicios a la zona rural. Las quejas, según denuncian, se han elevado al propio Consorcio de Transportes, y los vecinos echan mano de sus ayuntamientos reclamando un servicio que, de desaparecer, les dejará desvinculados del centro de la región y, sobre todo, de los hospitales de la misma.

El último caso sucedió a un vecino de Cabrales que tardó tres horas y cuarenta y cinco minutos en recorrer los cien kilómetros que separan su pueblo de Oviedo. Tenía una consulta en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) un día de semana a las doce del mediodía. Consideró que comprar un billete para el autobús con salida a las 8.30 de la mañana sería tiempo suficiente para llegar al centro sanitario. Reconoce que fue un "ingenuo", y lo comprobó cuando "el conductor dijo que para ir a Oviedo había que esperar una hora en Cangas de Onís o Arriondas". Aquella hora fue al final una hora y cuarto, porque el coche venía además con retraso.

Los billetes, apunta, "hay que sacarlos en la cafetería, en la que te atienden con amabilidad, ciertamente, pero dependiendo de los clientes que haya en ese momento reclamando café u otra consumición". Así que mientras esperaba por su billete para viajar de Cangas de Onís a Oviedo observaba cómo en la misma estación una mujer despachaba billetes del Plan de Transporte a los Lagos de Covadonga. Ese, pensó, "sí es un negocio más rentable que el que le proporcionamos a Alsa los aldeanos". En el tiempo en que esperaba por su autobús "salieron cuatro" rumbo al espacio protegido llenos de turistas.

Al fin llegó a la estación el autobús al hospital de Oviedo. Pero no. Era solo el que les llevaba a Arriondas. Allí, en la capital parraguesa, "había que pasar a otro" y así, sin salir de la comarca, ya había cogido tres autobuses diferentes. Finalmente llegaron a Oviedo a las 12.30 horas, tarde a la consulta médica y con un humor asociado, directamente, al menosprecio que sintieron para poder hacer uso del transporte que, se supone, conecta las alas con el resto de la región.

"Total, si alguien tiene una consulta a las doce en el HUCA deberá coger un taxi o reservar una habitación de hotel la víspera" en la capital. Al final, lamenta, "la pandemia le vino muy bien a esta empresa ejemplar de Asturias, mil veces premiada, para ir suprimiendo servicios allí donde no son rentables".

Los horarios de los autobuses, incide, "son falsos" o, al menos, no se cumplen, algo que a su juicio se traduce en "un desprecio absoluto" hacia los viajeros.

El problema se repite también en lugares como Panes, donde la frecuencia de los autobuses se ha reducido tanto que los domingos no hay vuelta a la capital durante la tarde.

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