"Nos sentimos marginados y ninguneados porque sabemos que otros centros de salud de las mismas características que el nuestro han sido reabiertos y están prestando la atención sanitaria que reclamamos", así se recoge en la carta que Dionisio Álvarez, presidente de la parroquia rural de Santa María de Llas, en Arenas de Cabrales, ha enviado a Pablo Ignacio Fernández, consejero de Sanidad del Principado; a José Sánchez, alcalde de Cabrales, y a la Gerencia del Sespa. Y no es para menos. Desde que el consultorio de Arenas de Cabrales, como buena parte de los centros asistenciales de la zona rural, cerrara sus puertas durante la crisis del coronavirus, los vecinos de la zona no han podido recibir atención médica en su localidad, y se han visto obligados a desplazarse hasta Carreña para poder ser atendidos.

Esta situación supone, según el presidente de la parroquia rural, que el centro de salud de Carreña "en temporada de verano pueda colapsarse" e incluso se lleguen a formar aglomeraciones, incumpliendo las indicaciones del Gobierno para evitar la propagación del covid-19.

Por ello, Álvarez reclama la reapertura del local "en bien de nuestra salud, la de los cabraliegos y la de los miles de personas que visitan nuestro concejo", aunque reconoce que el edificio necesita una obras menores para adaptarlo a las circunstancias actuales, pero matiza que reúne las condiciones necesarias como para atender a los usuarios.

La carta, enviada el pasado 30 de julio, se suma a otra enviada el 17 de ese mismo mes, en la que se alegaban más motivos para la reapertura del consultorio, básico para vecinos que no se pueden desplazar hasta Carreña y la cual no recibió respuesta por parte de la Administración.