El Ayuntamiento de Llanes tomó a media mañana de ayer la decisión de cerrar "por precaución" tres de sus treinta arenales después de que varios bañistas salieran del agua advirtiendo manchas en el mar, picores en el cuerpo y un fuerte olor a gasóleo. Según explicaron desde el Consistorio se trataba de "un vertido de combustible en la bocana del puerto pesquero" que ya está siendo investigado.

El servicio de Salvamento notificó a mediodía a la Administración local y al servicio de Emergencias regional la situación. El Gobierno llanisco, por su parte, decidió cerrar con cintas el acceso a la playa de Puertu Chicu (que no cuenta con servicio de socorrismo) e izar las banderas rojas, que prohíben el acceso al agua, en las playas de Toró y El Sablón.

En el primer caso, los usuarios hicieron caso omiso a las cintas que prohibían el paso en las tres entradas de Puertu Chicu donde, al no haber socorristas, el control de acceso al agua queda limitado a la responsabilidad personal. Así, los usuarios siguieron entrando al arenal y, de vez en cuando, los lancheros se asomaban desde la costa para certificar que nadie accedía a bañarse. En Toró y El Sablón, el equipo de socorristas diario era el que velaba por la seguridad de los usuarios. En los tres casos el aforo de bañistas no era elevado dado que no fue una jornada de sol y, pasadas las tres de la tarde, comenzó a llover.

Por su parte el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se trasladó a la zona para verificar qué se trataba "de un capa de gasoil que parecía provenir de la pérdida de alguna embarcación", aunque será el servicio de Medio Ambiente el que deba hacerse cargo de investigar el vertido que ha causado manchas en la costa llanisca y que el agua y la corriente fueron arrastrando por las playas más orientales del municipio.

Desde el Ayuntamiento de Llanes, la alcaldesa en funciones, Marián García de la Llana, y los concejales de Medio Ambiente, Juan Carlos Armas, y de Playas, Priscila Alonso, explicaron que el baño en los arenales se cerró por "precaución" hasta que "la Guardia Civil y la Dirección General de Puertos" informen detalladamente de la situación y esclarezcan el origen de los vertidos.

No obstante, según señalan, "las primeras hipótesis" apuntaban a que ese vertido de combustible en la bocana del puerto, "se habría ido extendiendo hasta llegar a los arenales". Esa sería la "causa principal de las manchas y los olores" que ayer se percibían en el entorno de las playas afectadas, a juicio de los gestores locales.

Durante toda la jornada, la coordinadora del Plan de Salvamento en Llanes mantuvo a los lancheros vigilando por si los vertidos llegaban a otras playas y a los socorristas velando por que no se bañase nadie.

Al cierre de esta edición, el baño en las playas afectadas continuaba cerrado, aunque el acceso a los arenales estaba permitido, salvo en Puertu Chicu, donde la cinta policial lo seguía prohibiendo.