Suena a chiste, pero es la triste realidad. Esta misma mañana se registró otro nuevo hundimiento en la carretera autonómica PR-5 (Ozanes-El Puente Romano), en término municipal de Parres, en el mismo punto en el que hace apenas unos días operarios del retén de mantenimiento y conservación del Principado de Asturias rellenaron -en base a arena- otros tres socavones localizados en las cercanías de la iglesia y del cementerio parroquial de San Juan de Parres. La nueva situación parece un tanto cómica -y eso que no se registró ninguna desgracia a modo de accidente hasta la fecha- para los asiduos de ese transitado vial, pues, por desgracia, llevan denunciando el asunto, aunque sin demasiado éxito. De momento, una "baliza" en medio de la calzada avisa del peligro.

Sin embargo, la susodicha PR-5 que es la alternativa a la carretera N-625 (León-Santander por Cangas de Onís) para quienes desean disfrutar de la tranquilidad y el sosiego de las zonas rurales del concejo, donde se ubican varios establecimientos rurales y también restaurantes de prestigio, también se encuentra tomada por la agreste naturaleza, con el consiguiente peligro para el tráfico por la escasa visibilidad en varios puntos concretos del itinerario. Otros años, coincidiendo con días previos a Las Piraguas, se procedía a rozar todo el largo trazado por una empresa especializada, pero, en esta ocasión, y a raíz de la suspensión de la prueba deportiva, buena parte de los vecinos tienen la mosca detrás de la oreja ante la dilación de la limpieza de la misma, algo que les intranquiliza.