La alarma en el Oriente por el coronavirus sigue creciendo. Con el brote de Ribadesella en plena fase de investigación y siete infectados confirmados, el contagio de dos sanitarios del hospital del Oriente motivó ayer un protocolo especial que obliga a aplazar, hasta nuevo aviso, todas las consultas y cirugías consideradas no urgentes, así como a realizar pruebas diagnósticas de forma escalonada a toda la plantilla. En Ribadesella, donde todos los clientes que acudieron al camping de Sebreñu o a la Taberna de El Escribanu entre los días 1 y 15 de agosto están convocados a pedir una PCR, funciona desde ayer un autocovid instalado por Transinsa en el polígono de Guadamía, por el que ya han pasado los primeros 111 casos sospechosos.

Salud notificó ayer 15 nuevos contagios. Tres de ellos son contactos estrechos de otros contagiados ya conocidos y otros tres se vincularon a casos importados de otra comunidad autónoma. El resto está en investigación. El formulario para solicitar una PCR está disponible en www.astursalud.es.

El virus, aunque al inicio de los rebrotes de verano parecía haberse instalado en el área metropolitana (deambuló antes por el Occidente, pero eran casos importados o contactos de la Mariña lucense), ha dado tregua a la zona centro y permitió, de hecho, la reapertura este fin de semana del Urban's, el pub de La Corredoria, en Oviedo, que había sido origen del brote local.

El camping afectado lanzó un mensaje de tranquilidad aclarando lo que ya había publicado este diario, que el inicio de los problemas en su local surgió por el contagio de un usuario -había motivado la presencia de Policía Local y la Guardia Civil-, y que ahora, según los dueños del local, está superando su enfermedad en Galicia. También ha dado positivo la hija de los propietarios del camping, tal y como confirmaron ellos mismos en un comunicado. La joven, que a veces realiza sustituciones en el establecimiento, está en aislamiento domiciliario desde el pasado lunes.

El brote vinculado este local y a la taberna ya citada suma, por el momento, 7 casos, y todavía está por ver cómo se gestionará la cuarentena en el caso de que algunos usuarios del camping convocados a la prueba no tengan una alternativa habitacional. Salud ya estudia formas de garantizar una cuarentena "segura" en el recinto, aunque se intuye que muchos afectados podrán buscarse otro recurso. Incluso si su PCR sale negativa, todos los citados a la prueba deben limitar al máximo su vida social durante dos semanas, algo que se antoja complicado en un espacio de acampada. Hasta ahora, no se había registrado ningún brote en un emplazamiento de este tipo, así que las medidas se están estudiando sobre la marcha.

En cuanto a los dos contagiados del hospital del Oriente, varias fuentes aclaran que los afectados son una técnico auxiliar en cuidados de enfermería y una facultativa del servicio de Ginecología del hospital, aunque ninguno de los dos casos parece preocupar en cuanto a su pronóstico. Lo que inquieta más es dónde y cómo se gestaron estos contagios. El entorno sindical, de hecho, ya tiene previsto pedir una explicación tras averiguar que la técnico auxiliar había notificado el contagio sin que a la médico se la hubiese considerado contacto estrecho, pese a que ambas habían pasado consulta juntas recientemente, por lo que la facultativa trabajó durante un par de días antes de que se conociera el positivo.

Será difícil concretar si hubo un fallo real del protocolo -si ambas llevaban mascarilla, podría no considerarse contacto estrecho-, pero para los grupos sindicales casos como el de Arriondas demuestran la necesidad de incrementar el personal de prevención de riesgo laboral en toda la sanidad asturiana. Fuentes consultadas del servicio de Salud tampoco tienen claro cómo interpretar el caso: "Es complejo, porque ni siquiera hubiese resultado útil hacerle la PCR a la médica nada más saber el contagio de la auxiliar. Podría haber dado negativo y positivizar a los pocos días. En hospitales como el de Arriondas, además, tampoco parece que se puede enviar a casa a la ligera a una ginecóloga si no hay una sospecha seria de contagio. Puede que este caso nos sirva para modificar algunas cosas", añadió.

El consejero Pablo Fernández, que visitó ayer el hospital, explicó que "todavía no se podía hablar de brote", al haber solo dos positivos (y no tres), y aseguró que se está actuando "con contundencia" para detectar a tiempo otros posibles casos. El foco, no obstante, obligó a "blindar" el recinto, que aplazará toda la actividad demorable hasta nuevo aviso -tanto consultas como cirugías- y analizará a toda su plantilla de forma escalonada. Según aclaró la directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra, también se estudia realizar pruebas a algunos pacientes que se hayan podido ver afectados. Los contactos estrechos de ambas afectadas ya están identificados y en cuarentena.

Mientras tanto, el secretario general y portavoz de Foro Asturias en la Junta General, Adrián Pumares, se mostró preocupado por los contagios. "El hospital de Arriondas debería haber reforzado los protocolos y el personal para hacer frente a al covid-19 tal y como reclamaron los propios profesionales y rechazó la gerencia", criticó. Según él, "tanto el Sindicato Médico como los propios trabajadores" habían solicitado "recuperar la dotación de profesionales a los niveles previos a la suspensión del estado de alarma", pero "la gerencia optó por no tomar ninguna medida al no considerarla necesaria", añadió.