La gestión para acceder a los lagos de Covadonga, en los Picos de Europa, "es nefasta" y quienes han impuesto un horario para llegar hasta esta zona del parque nacional sin necesidad de utilizar el plan de transporte "no respetan ni sus propias normas". Los usuarios que no deseen, o no puedan, utilizar los autobuses lanzadera al espacio protegido deben acudir antes de las 8.30 horas en horario de mañana, y después de las 21.00 horas en horario de tarde si quieren subir al entorno en su vehículo privado.
Sin embargo, los montañeros que el pasado viernes quisieron subir "a las siete de la mañana" al espacio protegido por la parte canguesa se encontraron con "una barrera bajada" en la rotonda de Covadonga, donde se distribuye -y se restringe- el tráfico entre el Real Sitio y el Parque Nacional. El motivo "según los vigilantes que pasaron por allí es que el aparcamiento de Buferrera estaba lleno", lo que podría significar que "había habido pernoctaciones", una práctica considerada ilegal en el espacio protegido.
"Restringir el acceso es una muy buena medida, pero hay que respetar los horarios y el resto de normas", claman los montañeros, escaladores y senderistas que tuvieron que darse la vuelta y desistir de sus planes el fin de semana. "Nosotros nos levantamos a las seis de la mañana para venir desde el centro de la región y subir antes de que se cierre el acceso al público y resulta que nos encontramos el acceso cerrado y a absolutamente nadie controlando si se cumplen o no las medidas", denuncian.
Existe "una arbitrariedad" que choca con la "buena gestión" de un espacio en donde "los trabajadores, empezando por el director del Parque, deberían estar ahí de forma permanente, porque estamos en plena temporada alta y las masificaciones están generando problemas serios en el entorno", como las colas interminables que este periódico publicó este fin de semana. El turismo en esta zona, dice, "es una industria muy mal gestionada por parte de un organismo que no tienen contento a nadie, ni a ganaderos, ni a ecologistas, ni a montañeros ni a visitantes", lamentan.
La falta de servicios choca con la calidad de turismo que se pretenden. "El parque probablemente es el organismo autónomo que peor optimiza los recursos que tiene", critican.
