Ojipláticos y enfadados. Así se quedaron muchos de los montañeros y aficionados que se cruzaron hace sólo unos días con un Renault Mégane por la pista que conduce desde la sierra y las brañas de Bejes al pico Macondiu, en pleno Parque Nacional de Picos de Europa, en el macizo oriental. Una circulación prohibida por ley y casi podría decirse que también por la cordura.

En un verano en el que Asturias está recibiendo más turistas que en ocasiones anteriores, siendo como son las circunstancias tan excepcionales en las que la pandemia por coronavirus ha envuelto las vacaciones, los más experimentados en la montaña lamentan la falta de juicio que se aprecia en algunos de los que se acercan ahora a estos espacios naturales, sin respetar las reglas escritas y las no escritas de la montaña. Veraneantes que se adentran en rincones naturales, como el de Picos de Europa, viviéndolo más como un “postureo” y un alarde que como una experiencia y un esfuerzo que siempre merece respeto.