"No sentarse. Peligro, serpiente venenosa". La aparición de una víbora en el entorno de la llanisca playa de Andrín ha puesto en jaque a bañistas y Consistorio. Los primeros, porque desde hace aproximadamente un mes no pueden sentarse en el banco de piedra en el que habitualmente se limpian los pies tras las jornadas de playa, acordonado para evitar picaduras del peligroso reptil; y el segundo, porque lleva un mes tratando de sacar de allí al animal sin percances. Todo apunta a que el problema se resolverá en cuestión de días, pues la Guardia Civil ya ha cercado a la serpiente y se espera que puedan capturarla y trasladarla a un lugar alejado de personas en breve.

Según los vecinos, la víbora lleva por la zona de la playa de Andrín desde mediados de julio. "Suele verse en un lugar accesible a todos los usuarios de la playa, situado en la salida del arenal, justo en el murete donde todos nos sentamos a quitar la arena", explica la miembro de la junta vecinal Montse Quesada, quien también afirma que hace días miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil rodearon a la víbora con una malla que no puede traspasar. Además, se colocó en el entorno un cartel advirtiendo de la peligrosidad del animal venenoso. "Aún con todo, los usuarios se acercan y hacen fotos al animal cada día, a cada hora", advierte.

Desde el Ayuntamiento han advertido de que la presencia de estos reptiles es frecuente en la zona "porque tienden a salir con el calor". No obstante, aseguran que intentarán "capturarla" para trasladarla a un lugar alejado de personas.