La masificación de turistas generalizada este verano en Asturias ha hecho saltar las alarmas en sitios como Llanes, uno de los concejos más "saturados" de visitantes. El sector cree que el futuro pasa por "la sostenibilidad, la desestacionalización, la gobernanza, y la aportación de un valor añadido a los vecinos con la generación y redistribución de riqueza". José Alberto Concha, presidente de OTEA Llanes, cree que el rumbo actual acabará por destrozar lugares emblemáticos como Gulpiyuri o la playa de San Antonio si no se "reordena" la llegada de turistas. Pero hace falta una hoja de ruta que, a día de hoy, no existe.
El debate surge después de un verano en el que la masificación ha puesto de manifiesto la degradación de estos monumentos naturales, tal y como publicó días atrás LA NUEVA ESPAÑA. Y un día después de que en este periódico el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento haya planteado una conversación seria con el Principado para ver cómo pueden conservarse las joyas geológicas llaniscas antes de que la presencia humana acabe con ellas.
Concha cree que hay varios objetivos a plantearse. El primero es el diseño de un plan estratégico de turismo que sea independiente del Gobierno que gestione el concejo. Para ello, dice, hay que crear una mesa en la que estén los grandes partidos, los sindicatos y los sectores implicados. El destino de Llanes "ha tenido una fortaleza impresionante, pero nuestra responsabilidad es diseñar el futuro ordenado". La clave, a su juicio, es que el sector turístico implique a otros, como el primario, que "genere riqueza y se distribuya".
Y la sostenibilidad debe diseñarse de forma paralela. "Nuestros recursos no soportan las masificaciones, lo entornos naturales hay que cuidarlos y el problema es que viene mucha gente en un período concreto. Necesitamos ofrecer a camareros y personal un proyecto de vida para que puedan tener un trabajo duradero. Para eso, entre otras cosas, debemos ir contra los ilegales, evitar que gente que no aporta nada al sistema tenga una actividad sin declarar".
Significativo este verano está siendo el alto número de autocaravanas que llegan al Oriente, lo que ha generado problemas y quejas en sitios como Llanes (donde el fin de semana hubo multas masivas por aparcar mal) y Cangas de Onís, donde sin ir más lejos hay denuncias por estacionamientos en fincas privadas. Así le sucedió a un vecino con la parcela que lleva en la ería de Contranquil.
La consejera de Turismo, Berta Piñán, admitió ayer en Salas que es necesario abordar la situación en el Principado, si bien cree que el primer paso debe ser en la Federación Asturiana de Concejos (FACC). "Es algo al alza pero que viene de atrás. Los concejos son los que deben regular sus espacios, pero nosotros estamos dispuestos a ayudar", dijo Piñán, quien defendió el turismo de autocaravana por dejar ingresos como cualquier otro.
Y más problemas para el sector turístico oriental: los chiringuitos ilegales a la orilla del Sella, combatidos por Parres y Cangas de Onís. No hay dos sin tres. Y el sábado Policía Local canguesa y Guardia Civil desmantelaron el tercero en lo que va de temporada por no tener licencia.
