Efectivos de la Policía Local de Cangas de Onís, junto a agentes de la Guardia Civil, llevaron a cabo al mediodía del pasado sábado, 22 de agosto, otra nueva actuación en la ribera del Sella contra los chiringuitos que carecen de la preceptiva autorización, la cual se saldó con la denuncia de uno de ellos, así como la confiscación de la mercancía que tenían puesta a la venta. Entre tanto, las empresas de turismo activo continúan haciendo su particular agosto, gracias a la gran afluencia de turistas que han elegido como destino el Oriente asturiano, con cifras que rondan los 5.000 palistas en jornadas puntuales.

La presencia de chiringuitos ilegales a la orilla del río Sella era uno de los verdaderos quebraderos de cabeza para los Ayuntamientos de la ribera, sobremanera Cangas de Onís y Parres. Y mucho más en este verano de la incertidumbre por la pandemia del Covid-19, en el que venían operando ese tipo de puestos, totalmente al margen de la normativa, es decir, sin ningún tipo de autorización, especialmente en la zona de Ricao (Cangas de Onís). Hasta el momento, desde el arranque de la temporada estival, se han desmantelado cuatro instalaciones.

Al inicio de la campaña veraniega los regidores de Cangas de Onís y de Parres, el popular José Manuel González Castro y el socialista Emilio García Longo, mostraron su preocupación "por la práctica de esta actividad ilegal, más grave aún en los actuales momentos de crisis sanitaria". Ambos alcaldes adoptaron la medida de sumar recursos "e intensificar su colaboración para luchar juntos y de forma más eficaz contra esta práctica que lastra la imagen turística", haciendo hincapié en la actual coyuntura que "supone además un riesgo para la salud pública".