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El teletrabajo frena la caída de vecinos: solo en Ribadesella hay ya 300 nuevos

Concejos costeros como Llanes, Colunga y Caravia suman residentes que, en muchos casos, se empadronan ante el temor al confinamiento

Una veraneante en la playa, en Ribadesella, este verano. IRMA COLLÍN

La sangría poblacional en las alas de Asturias es un hecho en los últimos años. En el Oriente el despoblamiento ha hecho mella. Pero parece que la tendencia cambia.

La coyuntura generada por la crisis sanitaria del covid impulsado muchos cambios. Uno, los datos de los residentes en villas pueblos. Solo el concejo de Ribadesella sumó en lo que va de año unos trescientos inscritos en el censo. Algo que el Ayuntamiento achaca a la posibilidad del teletrabajo, un experimento que se llevó a cabo durante la cuarentena y que parece haber venido para quedarse.

De hecho, tal y como recogió LA NUEVA ESPAÑA ayer mismo, son muchos los veraneantes con segunda residencia en dicho concejo que han optado por, de momento, quedarse en la villa al tener posibilidad de teletrabajar. Y esto no solo les beneficia a ellos, sino a comercio y hostelería, que ven cómo alargan una temporada que, de otra forma se hubiera acabado a finales de agosto.

La tendencia hasta ahora era de una pérdida de medio millar de habitantes por año. Ahora, no solo se mantienen las cifras, sino que se revierten. En Ribadesella, el alcalde, Ramón Canal (PSOE), no puede otra cosa sino celebrarlo. "En 2019 Ribadesella tenía 5.746 habitantes, los datos de 2020 son de 5.904", cuenta, aunque no se queda ahí.

Una subida de 158 para un censo que, salvo por un pequeño incremento el año anterior, venía decreciendo de manera continua. Estos números, ya influidos por la crisis del coronavirus, pero previos al confinamiento, han seguido creciendo durante estos meses. Según el Alcalde, durante la desescalada se habrán incrementado en otros 150.

Muchos de quienes cuentan con una segunda residencia en el concejo están "regularizando su situación", por miedo a un segundo confinamiento que algunos temen que tenga lugar este otoño. El miedo a un nuevo encierro ha hecho que muchos veraneantes, especialmente con residencia en Madrid, quieran contar con la posibilidad de pasar esos meses en su casa de verano. Un movimiento que, según el regidor, no solo se queda ahí. "Este año también se ha visto bastante movimiento de compra en las agencias inmobiliarias". Otra circunstancia que, para el socialista, también resulta "muy positiva para el concejo".

El resto de los concejos costeros de la comarca también han notado este incremento. Llanes, Colunga y Caravia reportan subidas en su población que rompen una tendencia a la baja sangrante para sus economías.

En Caravia, por primera vez desde el año 2015, romperán la barrera de los 500 habitantes. Y eso que cuentan con el handicap de la conexión a internet que, según fuentes municipales, les "lastra" a la hora de captar esa población que decide cambiar su residencia al tener la posibilidad de teletrabajar. Solo en la zona de Caravia Alta cuentan con una instalación de fibra. Algo que desde el Ayuntamiento y las empresas de telefonía quieren solucionar de cara al año que viene.

El incremento de la población en la comarca se ha hecho notar en diversos sectores. Donde se ha hecho más evidente es en la educación. Casi todos los colegios del oriente asturiano han registrado un pequeño aumento de las matrículas para este curso.

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