Los pescadores de Llanes no pudieron salir ayer a faenar porque el Gobierno del Principado de Asturias no les abrió la compuerta para poder hacerlo. A las cinco de la madrugada, como cada día, acudieron a desamarrar sus barcos para echarse a la mar, pero no pudieron salir del puerto interior, donde se habían refugiado para salvar la flota del temporal de los últimos días.
La barrera únicamente puede accionarse por orden del Ejecutivo regional, pese a que los pescadores han pedido de forma reiterada un cambio en ese protocolo para evitar, precisamente, situaciones como la de ayer. "El domingo la mar estaba bella -en calma- y estuvimos todo el día intentando comunicarnos con el servicio, pero fue imposible", aseguran. Al final, "nos abrieron a las diez de la mañana" (de ayer) pero "ya era tarde y perdimos la jornada de trabajo", critican enfadados.
A su juicio, la situación es paradójica y, además, "es una vergüenza, si la jefa de servicio no sabe o no quiere hacer su trabajo debería presentar su dimisión", exigen. Y es que, durante los fines de semana, "no hay con quién contactar" pese a que los pescadores deben continuar trabajando.
Una vez más, la Cofradía Santa Ana ha anunciado que pedirán al Gobierno regional un cambio en ese protocolo de apertura y cierre porque, a su juicio, "los que tenemos que decidir cuándo abrir o cerrar la compuerta somos nosotros, tal como hemos suplicado encarecidamente al ejecutivo regional durante los últimos años", recuerdan. Pero los marineros claman en el desierto porque sus peticiones son reiteradamente desoídas.
Se da la circunstancia, además, que "ellos no quieren que usemos el puerto deportivo de refugio y actúan como verdaderos amos, castigándonos dentro para que así lo pensemos dos veces antes de entrar", critican. Pero es su único refugio y, además, por eso han solicitado también en numerosas ocasiones, unos amarres "decentes" que permitan anclar la flota sin correr riesgos de hundimiento, como ya sucedió durante este y el pasado año.
Los problemas para los pescadores llaniscos se acumulan y las soluciones tardan en llegar. A la falta de dragado, que deja a los barcos varados en la dársena interior, se une ahora el inicio de los temporales y los problemas con la apertura y cierre de la compuerta.
Para ellos, "es urgente" revisar los protocolos y otorgar cierta potestad a los marineros que, como indican, su único objetivo es poder salir a faenar cada día, cuando el sol aún no ha salido.
