Hubo tratos, y los terneros cambiaron de manos, pero el precio del ganado continúa siendo bajo y el sector primario no acaba de remontar. La localidad de Santillán, en el concejo de Amieva, celebró ayer su tradicional feria ganadera, marcada por las normas sanitarias que controlaron desde el Gobierno municipal a la entrada del recinto donde se desarrolló la cita.
Medio centenar de animales, entre terneros y vacas, dieron forma a la jornada, en la que sí hubo una gran afluencia de ganaderos, que llegaron atraídos por la ausencia de encuentros en los últimos meses.